La Roma de José Mourinho se impuso este domingo, sin complicaciones, al Salernitana en la primera jornada de la Serie A gracias al solitario tanto de Bryan Cristante en el primer tiempo que, eso sí, no le robó el protagonismo al gran debut del argentino Paulo Dybala con la camiseta del conjunto romano.
Un más que completo mercado de fichajes y una gran pretemporada han elevado las expectativas de esta Roma, que ya deja buenas sensaciones lejos de casa ante un rival, eso sí, que a pesar de haberse reforzado, se salvó en la última jornada del descenso durante la pasada campaña.
Fue un monólogo de la Roma de Mou en el comienzo de esta nueva temporada que tiene tan ilusionados a los ‘tifosi’ romanistas. No quiso especular el técnico luso ante un equipo teóricamente inferior y puso toda la carne en el asador, con Pellegrini, Dybala, Zaniolo y Abraham marcando la diferencia en las acciones ofensivas.
Pero, caprichos del futbol, fue el centrocampista de corte defensivo el que apareció para desatascar el partido. Cristante, siempre fijo en las alineaciones de Mou, un jugador de perfil bajo encargado de hacer jugar a los demás y, ahora, de ser el equilibrio de esta Roma más ofensiva, sacó un zurdazo desde la frontal que, ligeramente desviado por un defensor del Salernitana, acabó colándose en la meta rival.
Y si los Zaniolo, Dybala y Pellegrini ya habían sido capaces de encontrar espacios antes del tanto, una vez abierto el marcador lo tuvieron más fácil. A punto estuvo el conjunto visitante de encarar el túnel de vestuarios con el 0-2 gracias a una potente conducción de Zaniolo, muy activo durante todo el encuentro, que acabó con un pase filtrado a Dybala pero que el argentino estrelló en la madera y cuyo rechace no acertó a rematar Abraham.
Las sensaciones eran buenas en una primera parte en la que pudo sentenciar el partido la Roma, con hasta cinco ocasiones de peligro claras.
Lo que había funcionado en pretemporada, seguía funcionando. Rui Patricio, muy seguro bajo palos, salvó las pocas tentativas de los de Salerno, bien tapados por una expeditiva línea defensiva que cada vez funciona mejor. Además, Kardosp y Spinazzola por los carriles dieron mucho recorrido y profundidad a los ‘giallorossi’.
La segunda mitad fue algo más atropellada, pero continuó el mando del Roma. Dybala tuvo siempre encima más de una marca, pero consiguió conectar con sus compañeros y mejorar la circulación en un buen debut con la camiseta de la ‘Loba‘. Y si en la primera mitad se encontró con el palo, al inicio de la segunda superó al meta con una sutil vaselina pero que se fue desviada por poco.
Mou dio entrada entonces a sus fichajes en el centro del campo, Matic y Wijnaldum, y probó distintas formaciones durante los últimos compases de un partido bajo control. Dybala acabó como falso nueve antes de dar paso a El Sharaawy.
La nueva ‘Loba‘ de Mou fue de más a menos, en un partido que tuvo en el bolsillo desde el inicio, pero dejó, de nuevo, muy buenas sensaciones individuales y colectivas que invitan a sus seguidores a soñar con una temporada, al menos, competida, y en la que pueden alcanzar los puestos de Liga de Campeones.