AUGUSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — Jon Rahm y Brooks Koepka compartieron el jueves la cima en el Masters. Y eso fue todo lo que tuvieron en común.
No se asemejaron las formas en que comenzaron sus rondas respectivas en el Augusta National. De ninguna forma representan a las mismas giras —Rahm es leal a la PGA, mientras que Koepka desertó sorpresivamente hacia la liga LIV Golf.
Pero ambos entregaron tarjetas idénticas de 65 golpes, siete debajo del par, con lo que se unieron a Viktor Hovland en lo más alto de la tabla de los marcadores, repleta de números rojos y encabezada por ominosas “advertencias meteorológicas” que podrían trastocar el desarrollo del certamen.
Se ha hablado tanto de las posibles tormentas como del desempeño de 18 golfistas provenientes de la LIV Golf, apoyada por Arabia Saudí. Algunos dudaban que esos jugadores pudieran soportar la presión de un major disputado a 72 hoyos y con un corte.
Koepka fue el mejor abanderado. Aunque mostró más satisfacción por mantener saludables sus piernas.
“Una vez que te sientes bien, todo cambia”, dijo el estadounidense.
Rahm abrió con un doble bogey, al realizar cuatro putts. En su camino al tee del segundo hoyo, pensó en la famosa declaración de su compatriota español Severiano Ballesteros, quien alguna vez efectuó cuatro putts en Augusta y dijo: “Fallo, fallo, fallo, acierto”.
“Si vas a hacer un doble bogey o cuatro putts, prefieres hacerlo en el primer hoyo. Tienes 71 para recuperarte”, dijo Rahm.
Y eso fue lo que hizo. Siguió con siete birdies y un eagle. Su marcador de 65 fue el más bajo en la historia del Masters para cualquiera que haya abierto con un doble bogey.
Hovland estuvo entre los golfistas que comenzaron temprano, y jugó sin bogeys. Su mejor golpe fue un putt de 25 pies para eagle en el segundo hoyo, si bien se enfrió al final de la ronda.
El noruego destacó por otras razones. Las azaleas comienzan a perder su color luego de florecer temprano. Hovland compensó eso con el encendido tono de su camisa.
“Aun así prefiero eso que los pantalones color de rosa que usé el año pasado”, dijo Hovland. “Así que estamos progresando”.
Quien no figuró entre los números rojos fue Tiger Woods. Ahora tiene que preocuparse ante el riesgo de no vestir su emblemático jersey rojo el domingo.
Nunca se ha quedado sin pasar el corte como profesional en el Masters, y tendrá trabajo por hacer si quiere mantener esa racha vigente.
Finalizó la jornada con un bogey para una tarjeta de 74.
Es su peor marcador en el Masters desde 2005. Terminó ganando en aquel año, pero el Woods actual tiene 47 años, una prótesis en la pierna derecha y una espalda que ha pasado por cinco cirugías.
Woods dijo que sintió dolor. Se notó.
“Ojalá que mañana esté un poco mejor, un poco más afinado”, comentó.
El latinoamericano mejor ubicado fue el chileno Joaquín Niemann, quien logró una ronda de 71 golpes, uno encima de par. El mexicano Abraham Ancer entregó una tarjeta de 72 impactos, igualada en par.