Olivier Giroud, decisivo una vez más con el gol del triunfo (2-1) para Francia ante Inglaterra, escribe a sus 36 años una nueva página en su cuento de hadas con los ‘Bleus’, eliminando del torneo a un país que conoce bien porque jugó en clubes de Londres (Arsenal, Chelsea) de 2012 a 2021.
El actual jugador del AC Milan participó en el título mundial de 2018, aunque sin marcar, luego supo alejarse cuando Didier Deschamps prefirió a otros atacantes e hizo méritos para regresar al equipo, con el que está a dos partidos de lograr una nueva estrella.
«Siempre hay que creer y Grizi (Griezmann) me puso un súper balón. Estoy muy orgulloso», afirmó el goleador a la televisión TF1.
Con la selección ha marcado catorce veces con la cabeza y ello sirvió para sumar su tanto número 53 con Francia, ampliando su récord anotador en el equipo. Es su cuarta diana en Qatar 2022, donde iguala con Lionel Messi y pisa los talones a su compatriota Kylian Mbappé.
Con 118 partidos con su selección, pese a su debut relativamente tardío con 25 años en noviembre de 2011, hace un año parecía muy lejos de estar en estos momentos en Doha.
En septiembre, ver a Giroud en el Mundial de Qatar estaba lejos de estar asegurado… Desde hacía un año, Didier Deschamps le había dejado de lado cada vez que Karim Benzema estaba disponible, pero el atacante ‘rossonero’ supo perseverar, reivindicarse y ganarse su puesto, una vez más.
La baja por lesión de Benzema en vísperas del inicio de la competición le abrió el camino hacia la titularidad.
«Desde que volví a ser convocado, siempre tuve muchas ganas de mostrar que estaba al 200 por ciento con la selección de Francia. El entrenador me dio esta oportunidad y la he aprovechado», afirmó.
«Alguien sabio me había dicho que todos tenemos veinte años y lo demás es experiencia. Juego como un chico de veinte años, con la misma mentalidad de un jovencito que acaba de llegar, que sigue con hambre. En algún momento mi cuerpo dirá stop, pero ahora parece responder, así que no hay límites», agregó.
«Olivier siempre luchó. Tiene un carácter fuerte. Ha tenido una trayectoria sinuosa pero siempre ha salido adelante. Se siente bien y lo transmite al conjunto del grupo», le alabó el martes el seleccionador adjunto, Guy Stéphan, que le conoce desde hace una década.
Cuatro años y medio después del título mundial de Moscú, Stéphan ve a Giroud «fuerte de carácter, continuando con movilidad en el terreno de juego y puede incluso que con más malicia».