AUGUSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — Jordan Spieth era un joven de 20 años con mentalidad de 30 años cuando jugó su primer Masters y estuvo a punto de ganarlo hasta que Buba Watson remontó en los últimos 11 hoyos para derrotarlo.
Ahora, es un hombre de 27 años con un motivo para sentirse mucho más joven.
Es increíble lo que una victoria puede hacer en el golf, y nunca ha llegado en un mejor momento para Spieth. El texano participó en 82 torneos desde su último triunfo en el British Open de 2017, un bache tan profundo que el mismo Spieth comenzó a cuestionarse a sí mismo.
Encontró su respuesta en el Abierto de Texas con una victoria de dos golpes que lo lleva a Augusta National con la confianza de que avanza en la dirección correcta y el trofeo que lo demuestra.
“De hecho, me es mucho más sencillo en las últimas 12 horas ver hacia adelante que ver hacia atrás. Eso es emocionante”, declaró.
Spieth llegó al medio día mientras el primer día de prácticas estaba en su apogeo en un campo de Augusta National que lució muy distinto al que acudieron los mejores jugadores del mundo hace cinco meses para participar en el Masters que fue pospuesto a noviembre debido a la pandemia.
Las azaleas florecen. Los greenes ya tienen ese brillo por el exceso de rayos de sol. El campo está firme.
Billy Horschel lo comprobó en el 15to hoyo, cuando su segundo intento por llegar al green superó el agua y aterrizó a salvo en la porción frontal del green. O eso pensó. Después de dar unos 15 pasos, la pelota se había movido hacia el frente. Segundos después, rodó de regreso al agua.
Dustin Johnson se coronó en noviembre con un récord de campo de 20 bajo par, una marca que Patrick Cantlay cree que “estará a salvo por muchos años”.
“Esta semana, preveo que esté muy firme y rápido, y creo que es cuando este campo de golf está en su mejor momento”, comentó Cantlay.
Spieth parece jugarlo bien en cualquier condición. Un año después de que fue segundo en su debut en el Masters de 204, se coronó de principio a fin con un triunfo por cuatro golpes. Terminó segundo al año siguiente — la infame debacle en los últimos nueve, en los que dejó escapar una ventaja de cinco golpes — y concluyó tercero en 2018.
Y ahora, está acercándose a ser nuevamente el jugador que conquistó tres de los cuatro Grand Slams antes de cumplir los 24 años.