Nikola Jokic lo hizo de nuevo. Y se apoderó otra vez del trofeo al Jugador Más Valioso de la NBA.
El astro serbio de los Nuggets de Denver fue anunciado el miércoles como ganador del premio –su tercero en las últimas cuatro campañas, una proeza que sólo seis jugadores más han conseguido en la historia de la liga.
Jokic promedió 26,4 puntos, 12,4 rebotes y 9 asistencias. Otros tuvieron promedios más destacados en cada categoría –y Jokic ha tenido mejores años en todas–, pero el basquetbolista balcánico fue el único en figurar entre los 10 mejores de la NBA en los rubros de puntos, rebotes y asistencias por partido en esta temporada.
Recibió 79 de un máximo posible de 99 votos a primer lugar de parte de un panel de reporteros de medios escritos y electrónicos, quienes se pronunciaron una vez que concluyó la temporada regular.
“Todo tiene que comenzar con tus compañeros”, dijo Jokic a la cadena TNT, donde se anunció el premio. “Sin ellos, no soy nada ni puedo hacer nada. Los entrenadores, los jugadores, la organización, el personal médico, los preparadores… sin ellos no podría ser quien soy”.
No fue quizás una coincidencia que Jokic apareciera en la TV para el anuncio del premio con una camiseta que conmemoraba la vida de uno de sus mentores, Dejan Milovevic, quien fue entrenador asistente de Golden State y falleció a comienzos de este año, debido a un infarto cardiaco durante una gira.