MOLINA DE ARAGÓN, España (AP) — Aproximadamente hace un año, Fabio Jakobsen estaba postrado en la cama de un hospital peleando por su vida en un coma inducido tras sufrir un horrible accidente en el Tour de Polonia.
El martes, el neerlandés se apuntó la victoria en un Grand Tour, poniéndose al frente en la recta final del sprint para llevarse la cuarta etapa de la Vuelta a España.
“Es un sueño hecho realidad”, dijo el corredor del equipo Deceuninck-Quick Step, describiendo la victoria como “la más bonita” de su carrera.
“Parece que puedo cerrar un capítulo de mi vida. El accidente siempre estará ahí, pero ahora quiero escribir otro”, añadió. “Fue un largo camino de regreso”.
Rein Taaramae retuvo el liderato general pese a que el estonio sufrió una caída a falta de unos cuantos kilómetros para la meta.
Fue la victoria más importante de Jakobsen desde que tuvo que someterse a una cirugía reconstructiva en el rostro tras estrellarse contra las barreras de la ruta al ser embestido por Dylan Groenewegen en el sprint final de la primera etapa del Tour de Polonia. La Unión Ciclista Internacional suspendió a Groenewegen por nueve meses debido a la maniobra.
“Tomó mucho tiempo y muchos esfuerzos por parte de mucha gente”, dijo Jakobsen. “Esta es también su victoria. Me refiero a los médicos, los cirujanos, el personal médico en Polonia hasta mi segunda familia aquí, el equipo y todos los demás”.
“También es la victoria de mi familia porque son la razón por la que estoy aquí”, añadió.
Jakobsen rebastó al francés Arnaud Demare a unos cuantos metros de la meta de un recorrido llano de 163,9 kilómetros (101,8 millas) en Molina de Aragón.
“It was a hectic bunch sprint,” he said. “I just had a little bit more in the legs at the end. I’m happy I could pass him. I wasn’t sure I could do it but I’m glad I did it for my teammates because this is also their victory.”
“Fue un sprint frenético”, dijo Jakobsen. “Creo que él era el tipo a batir hoy. Sólo tenía un poco más en las piernas al final. Estoy feliz de poder pasarlo. No estaba seguro de poder hacerlo, pero me alegro de haberlo hecho por mis compañeros, porque esta también es su victoria”.
Taaramae se cayó a falta de dos kilómetros (1.2 millas) de la meta cuando el pelotón tomó una curva. El estonio pareció lastimarse el hombro, pero se reincorporó rápidamente y se enganchó al grupo para mantener su ventaja de 25 segundos sobre el francés Kenny Elissonde.
“Ni sé cómo me fui al suelo. Caí, pero estoy bien. No salí muy lastimado”, dijo Taaramae.
“Calculo poder lucir el maillot de líder tres días más”, añadió.
El bicampeón defensor Primoz Roglic se mantiene tercero en la general, a 30 segundos del líder. Roglic ganó la primera etapa, pero cedió al liderato tras el empuje de Taaramae en el ascenso final de la primera etapa de montaña de la ronda española el lunes.
Los corredores tendrán otro tramo llano que deberá favorecer a los sprinters el miércoles, un recorrido de 184,4 kilómetros (111,6 millas) con meta en Albacete, en el sureste de España.
La ronda de tres semanas culminará este año en Santiago Compostela en vez de Madrid.