El Inter de Milán aplastó 0-3 este sábado a la Roma del portugués José Mourinho en el Estadio Olímpico y extendió su buen momento en la Serie A, ahora se enfocará en su cita con el Real Madrid, en la que se jugará la primera posición de grupo en la Champions League.
El Inter se colocó momentáneamente segundo en la tabla, a un punto del Milan, que ganó 2-0 al Salernitana, y con un punto de margen sobre un Napoli que recibe este mismo sábado al temible Atalanta.
El cuadro milanés superó por completo a una Roma en la que Mourinho, ante la emergencia por una larga serie de bajas, apostó por un once muy conservador, con siete hombres de mentalidad defensiva.
Una apuesta que fracasó ante el empuje del Inter, que selló su cómodo triunfo con tres goles en la primera mitad y que pudo ampliar el margen en la reanudación, de no desaprovechar múltiples oportunidades.
El turco Hakan Calhanoglu rompió la igualdad al cuarto de hora con un gol olímpico, con complicidad del portero Rui Patricio, y dio en el 24 la asistencia para que el bosnio Edin Dzeko, exRoma, ampliara el marcador.
El bosnio no celebró su gol por respeto a la hinchada de su antiguo club, en el que marcó 119 goles en 260 partidos, que sin embargo le despidió del campo con una sonora pitada.
El neerlandés Denzel Dumfries, con un gran gol de cabeza, sentenció al borde del descanso el 0-3 final que confirmó el crecimiento del Inter y la falta de recursos técnicos y tácticos del Roma.
Mourinho, cuyo nombre fue coreado por sus exaficionados, agradecidos por el triplete conquistado en 2010, no pudo contar este sábado con el inglés Tammy Abraham, Stephan El Shaarawy, el holandés Rick Karsdorp o el capitán Lorenzo Pellegrini, lo que complicó notablemente su trabajo.
En 16 jornadas, su Roma ya sufrió siete derrotas y podría perder la quinta posición ante Fiorentina, Bolonia y la Juventus.