JACKSONVILLE, Florida, EE.UU. (AP) — Justin Herbert se sentó en silencio frente a su casillero durante casi 15 minutos, con la mirada perdida. Se había quitado los zapatos pero vestía aún buena parte de su uniforme, con manchas verdes de césped.
La imagen definió la devastación causada por un colapso que nadie pudo prever. Y dejó claro que, al menos en el corto plazo, Herbert y los Chargers de Los Ángeles no se repondrán de esta derrota, con la tercera mayor ventaja dilapidada en la historia de los playoffs.
Los Chargers hicieron poco en la segunda mitad, permitiendo que Trevor Lawrence, quien había sufrido cuatro intercepciones, lanzara cuatro pases de anotación. Los Jaguars de Jacksonville, que perdían por 27-0, terminaron ganando 31-30 gracias a un gol de campo de 36 yardas de Riley Patterson en la última jugada del duelo.
“Obviamente esto es duro para nosotros”, reconoció Hebert. “Como ofensiva, tenemos que hacer más en la segunda mitad. Uno sabe que ésa es la responsabilidad de la ofensiva, y yo como quarterback necesito un mejor desempeño. Tengo que dar a mi equipo más de tres puntos en la segunda mitad. Me siento terrible por la defensiva, ante el esfuerzo increíble que ha realizado hoy. Pero tenemos que ser un mejor equipo”.
La mayoría mencionará que la labor heroica de Lawrence fue el motivo principal de la remontada. Completó 24 de sus últimos 31 pases para 258 yardas con dos anotaciones.
Conectó con Evan Engram, Zay Jones, Marvin Jones y Christian Kirk, antes de anotar en una conversión de dos puntos que dejó a los Jaguars (10-8) abajo sólo por 30-28 y que les dio la oportunidad de ganar en vez de empatar con un gol de campo.
Ni siquiera entonces los Chargers (10-8) hicieron algo para frenarlos.
“Si te vas al descanso ganando por 27-7 y despojando de cuatro balones al rival, y al final terminas ganando en ese rubro (5-0), un resultado así te mata”, afirmó el entrenador de los Chargers, Brandon Staley. “Me duele esto por todos los que están en este vestuario. Es un grupo de chicos muy especiales, y esta es una de las maneras más duras de perder en los playoffs, sobre todo por cómo habíamos comenzado el partido.
“El equipo de la primera mitad es el que podemos ser. En la segunda mitad, simplemente no liquidamos el partido”.
No ayudó que el cornerback Michael Davis abandonara el encuentro con una lesión en el músculo pectoral. El novato Ja’Sir Taylor debió ingresar y los Jaguars aprovecharon la situación.
Tampoco fue bueno para Los Ángeles que el defensive end Joey Bosa haya perdido la calma, azotando su casco en el terreno y llevándose un segundo castigo por conducta antideportiva.
Ello permitió que los Jaguars se acercaran una yarda más e intentaran la conversión de dos puntos en vez del punto extra.
“Creo que él estaba frustrado”, dijo Staley. “Había muchas cosas que se habían acumulado en el partido, y él trató de hablar con los árbitros. Pero no podemos perder así la compostura. Necesitamos asegurarnos de que tenemos el control de las cosas. No puedes hacerle daño así al equipo”.
Doug Pederson, entrenador de los Jaguars, reconoció que probablemente haría intentado el punto extra de no haber sido por el castigo a Bosa.