México le puede hacer partido a Holanda, Argelia, Japón, incluso ganarles, pero con los rivales de Concacaf algo les pasa, en el papel son los países más frágiles, sin embargo, Gerardo Martino sufre con ellos. Jamaica no fue la excepción. Los Reggae Boyz le complicaron lo más que pudieron el juego a los mexicanos, pero terminaron derribados en el inicio de la eliminatoria mundialista.
Alexis Vega abrió la cuenta y luego Henry Martín en los segundos finales selló el triunfo. Los medallistas de bronce rescataron un barco que estaba hundiéndose. Tras la tormenta vino la calma. El 2-1 parece bueno, pero la realidad fue otra. Jamaica jugó con un plantel parchado y a pesar de eso supo irritó a los mexicanos. Si Leon Bailey y Michail Antonio hubieran jugado, el resultado pudo ser otro.
Lo que sucedió en un estadio Azteca vacío es una llamada de atención. El octagonal no es fácil y para evitar sustos de años anteriores México tiene que sumar todo lo que pueda. Ir a Kingston y a otras sedes centroamericanas puede ser un martirio.
Jamaica planeó bien su estrategia. Theodore Whitmore no contó con sus jugadores estelares y tuvo que trabajar para evitar goles cómo sea. Los Reggae Boyz estuvieron mucho tiempo en el piso. Cayeron como fichas de dominó, uno tras otro. Eso molestó a México y provocó que fuera de más a menos en el juego.
En el primer tiempo solo se registró un remate a la portería, Jorge Sánchez le puso un balón en el corazón del área a Rogelio Funes Mori, la bola era perfecta, de esas que siempre esperan los delanteros, el Mellizo remató, pero le metió mal la cabeza y el esférico terminó detrás de la portería.
México fue a menos. El Tata ocupó a medallistas de bronce en Tokio 2020, ellos intentaron asociarse, sin embargo, no tuvieron éxito. Alexis Vega y Sebastián Córdova parecieron otros, no los que estuvieron cerca de pelear en oro en los Juegos Olímpicos.
Los caribeños notaron que México no les provocó peligro y decidieron adelantar metros, Memo Ochoa tuvo que intervenir en una aproximación de Norman Campbell.
La batalla fue repetitiva. Los Reggae Boyz tirándose y México sin saber cómo abrir el cerrojo.
La desesperación de los aztecas provocó barridas y balones divididos. Alexis Vega y Edson Álvarez fueron amonestados.
El Tricolor regresó y la lluvia también. El clima no cooperó para observar un juego más preciso. Los jugadores estuvieron atentos a resbalones.
México recuperó intensidad y buscó sacarle provecho al campo mojado con tiros de media distancia. Alexis Vega se encontró un rebote, maniobró quitándose a dos marcadores y con disparo raso supero a Blake.
El agua tomaba su cauce o eso era lo que se esperaba, sin embargo, Jorge Sánchez cabeceó mal un balón que iba a rechazar, el balón le quedó a Shamar Nicholson y sin pensarlo le pegó potente a la base de la portería. Ochoa reaccionó, pero no sirvió de nada.
México se complicó el juego por yerros propios. Roberto Alvarado tuvo el 2-0 tras un pase de Funes Mori, el Piojo estaba solo, pero su remate pegó en el travesaño. Luego de ese error cayó el tanto de los Reggae Boyz. El empate para ellos era oro en medio de una mina vacía.
El Tata reaccionó rápido y mandó al campo a Uriel Antuna y Orbelín Pineda. México amontonó gente adelante en busca de marcar cómo fuera.
Eso no fue todo. Martino no tardó en meter a Henry Martín. El Tricolor utilizó todas sus armas para recuperar la ventaja. Jesús Manuel Corona no estuvo disponible.
Los Reggae Boyz vieron más cerca la orilla, la proeza estaba cerca. Los jugadores de camiseta amarilla pelearon todos los balones y siguieron tirándose al suelo, eso no cambió.
Whitmore quemó más segundos dándole ingreso a todos los jugadores posibles. Jamaica defendió el empate como pudo.
La hazaña caribeña se quedó cerca. Henry Martín, al único que no se le cebó la pólvora, impactó un balón con rabia y lo puso en la red.
