Los Hawks vivieron una noche de locura. Atlanta caía por 26 unidades, pero en una de las remontadas más grandes de los playoffs, regresaron en el periodo final para salir con el triunfo 109-106 sobre Filadelfia y ahora volverán a casa en búsqueda del triunfo que les dé el boleto a las finales de conferencia.
Aun a falta de cinco minutos para concluir el juego, todo lucía bajo el control de los locales, la diferencia todavía era de doble dígito, Trae Young y Lou Williams revivieron a su quinteta, rallys de 15-2 y 16-4 tumbaron lo que parecía una paliza de los locales en el Wells Fargo Center.
El arranque explosivo de los 76ers quedó en eso, Joel Embiid encestó sus primeros ocho disparos al aro, pero como en el juego cuatro, se desinfló, su porcentaje culminó en 60 por ciento. Seth Curry fue una máquina de triples. La pizarra se amplió de tal manera que el entrenador Doc Rivers le dio descanso a sus figuras.
Cuando su ventaja bajó a 14, el camerunés y Ben Simmons ingresaron con la intención de enterrar a los Hawks, no fue así, su confianza se desvaneció, el nerviosismo de los jugadores se transmitió a las tribunas. Las ovaciones se convirtieron en abucheos.
Atlanta tardó casi 47 minutos en tomar su primera ventaja, pero la consiguió cuando más importa, al final.
Trae Young cargó a su quinteta, 39 unidades puso en la pizarra, cuando más sufrían los visitantes, el reserva Lou Williams fue clave, colocó 15 más cuando parecía un duelo entre jugadores de la banca.
Los 37 puntos de Joel Embiid junto con los 34 de Seth Curry quedaron para la anécdota, los líderes del este se encuentran contra la pared.
