La FIFA está a la espera de la entrega del informe del Brasil 0-1 Argentina para decidir los posibles castigos a aplicar por los incidentes que se produjeron entre policías y aficionados minutos antes del partido.
Según fuentes, el documento oficial del partido, que está firmado por el árbitro chileno Piero Maza, aún no ha sido enviado al ente que rige el fútbol mundial.
Lo completa el delegado del juego, el colombiano Óscar Astudillo, directivo considerado uno de los más rigurosos de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol).
Cuando la FIFA reciba el resumen, será remitido a la Comisión Disciplinaria para su análisis, que investigará lo informado por el juez.
Después de eso, el siguiente paso en el proceso es la comunicación oficial de las sanciones aplicadas: pueden ir desde multas hasta la pérdida de órdenes de campo.
Fuentes de ESPN afirmaron que la FIFA espera recibir el documento «en los próximos días», para luego continuar con el proceso disciplinario. Según la investigación, el resumen será enviado próximamente por Óscar Astudillo.
Los entrevistados para el reportaje no quisieron fijar un plazo para que se tome la decisión, solo resaltaron que la comunicación se realizará a través de los canales oficiales de la máxima entidad del fútbol.
Sin embargo, según la investigación, es seguro que se abrirá un proceso disciplinario y la FIFA señalará a la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) como responsable de lo sucedido, independientemente de que la organización del partido fue subcontratada.
En un un comunicado oficial emitido este miércoles (22), la Confederación, sede del partido, se pronunció sobre la pelea que tuvo lugar en el Maracaná.
La entidad dijo que toda la planificación para la organización del partido fue discutida y aprobada por los órganos de seguridad de Río de Janeiro. Además, la CBF calificó la planificación como “organizada y cuidadosa”.
Respecto a la mezcla de aficionados, en la que se produjo confusión entre policías y aficionados, la Confederación informó que era una norma en competencias de la FIFA y la Conmebol, y que la Policía Militar de RJ y las autoridades públicas estaban «conscientes» de la organización.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmó que la violencia «no tiene cabida en el fútbol» y pidió medidas para garantizar que episodios como los entre Brasil y Argentina no se repitan.
«No hay absolutamente ningún lugar para la violencia en el fútbol, dentro o fuera del campo. Eventos como los que se vieron durante el partido de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA entre Brasil y Argentina en el estadio de Maracaná, no tienen lugar en nuestro deporte ni en nuestra sociedad«, escribió el dirigente en sus redes sociales.
«Sin excepción, todos los jugadores, aficionados, personal y directivos deben estar seguros para jugar y disfrutar del fútbol, e insto a las autoridades pertinentes a garantizar que esto se respete en todos los niveles».
