Orgullosa de representar a México en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, la golfista Gaby López tiene claro que alcanzar el oro olímpico es el logro más deseado de su carrera.
A sus 27 años, la abanderada ha alzado dos títulos del circuito LPGA y es una de las exponentes del reciente impulso del golf mexicano, que en 2020 conquistó un trofeo de PGA por primera vez en 42 años de la mano de Carlos Ortiz.
En una entrevista por videoconferencia, la jugadora confía en que lograr la primera medalla para el golf de México y América Latina sería una gran inspiración para las nuevas generaciones, como para ella lo fue la ex número uno mundial Lorena Ochoa.
¿Qué significado tiene haber sido elegida como abanderada de México junto al clavadista Rommel Pacheco?
«Es un sueño hecho realidad. Me apasiona representar a México en todas partes. Me encanta decirle al mundo que México está fuerte en muchas áreas, en el deporte y sobre todo en el golf (…) Para mí representar a México es el orgullo más grande que el golf me ha dado».
¿Después de la ceremonia tendrá restricciones para preparar el torneo de golf femenino (4-7 de agosto)?
«Esas dos semanas podré entrenar y estar con mi caddie desde una semana antes. Ver el campo de golf desde antes, poder practicar y aclimatarme al cambio de horario, el clima, el calor, va a ser clave para mí».
Algunos de los mayores deportistas del mundo han renunciado a competir en estos Juegos. ¿En su caso cómo valora las diferencias respecto a los anteriores?
«Para mí es muy triste ver que una persona pueda rechazar la oportunidad de representar a su país en unos Juegos Olímpicos. Yo solo puedo hablar por mí, por el cariño que le tengo a mi país, pero cada quien tiene sus batallas y sus temas».
¿Qué aprendizaje le dejó su primera participación olímpica en Río (puesto 31), en el regreso del golf a los Juegos?
Estuve en la ceremonia de Clausura y recuerdo que fue demasiada emoción, todo el mundo está viviendo el presente, sonriendo, poniendo una energía increíble (…) En el plano deportivo era mi primer año como profesional y recuerdo que estaba más emocionada que nerviosa. Solo quería competir».
¿Esta nominación como abanderada es reflejo de un auge del golf en México?
«Así es, es una oportunidad muy grande para que México conozca lo que es el golf, lo mucho que ha crecido. Después de Lorena Ochoa (retirada en 2010) hubo una pausa y no fue tan atractivo el golf para muchos mexicanos (…) Una de mis metas es poderle transmitir a México lo mismo que cuando se mete un gol en el Mundial, porque mucha gente que no conoce o juega futbol igual lo siente, igual lo vive».
¿Lorena Ochoa tuvo un papel crucial en sus inicios en el golf?
«Yo empecé a jugar a los cinco o seis años y conocí a Lorena como a los 13. Lorena me inspiró desde el principio (…) Tuve la oportunidad de pasar dos días con ella de entrenamientos cuando era la número uno del mundo y ahí fue cuando le dije: ‘Yo quiero ser como tú de grande, yo quiero competir y ganar torneos’. Tengo que admitir que de chiquita era muy mala jugadora, yo jugaba por divertirme. Siempre combiné el golf con otro deporte, por lo general la gimnasia. De chiquita soñaba con ser gimnasta olímpica. Yo veía los videos de Nadia Comaneci y me fascinaba, pero es el golf el que me dio la oportunidad de cumplir este sueño».
¿Una medalla olímpica es un sueño más grande que un triunfo en un torneo de Grand Slam?
«Para mí la medalla de oro tiene más significado, en mi corazón y para mi país. Una medalla de oro significa regalarle algo a mi país. Si ganas una medalla, todo el país celebra contigo, hasta la gente que no conoce el golf».