DOHA (AP) — El astro Kylian Mbappé y el técnico Didier Deschamps tienen una cita con la historia el domingo.
Cuando Francia entre a la cancha para disputar la final de la Copa del Mundo contra la Argentina de Lionel Messi, Les Bleus palpitarán convertirse en un equipo de leyenda.
Francia podría ser el primer seleccionado que repite como campeón en 60 años desde que Brasil lo hizo en 1958 y 1962.
A sus 23 años, Mbappé podría ser el jugador más joven que conquista dos títulos mundiales desde que Pelé completó la gesta con 21 años.
Deschamps sería el primer hombre que dirige a dos selecciones campeonas del mundo desde que Vittorio Pozzo lo logró con Italia en 1934 y 1938.
“En lo que a mi respecta, yo no soy la persona más importante. Es la selección de Francia”, desestimó Deschamps, quien se merece un capítulo aparte en la historia del torneo.
Alzó el trofeo en París como capitán del equipo cuando Francia obtuvo su primera Copa del Mundial en 1998. La ganó como entrenador en 2018, y está a un paso de conseguir la tercera.
“Desde luego que estoy orgulloso. Tenemos a la mano la oportunidad de ganar otro título”, dijo Deschamps la madrugada del jueves tras vencer a Marruecos en las semifinales.
Francia afronta su cuarta final en un periodo de siete torneos — incluyendo la de 2006 que perdió por penales ante Italia luego que Zinedine Zidane fue expulsado. Se trata de una dinastía no vista desde las dos décadas de Brasil en la cúspide hasta 1970.
El Scratch de Pelé ganó las tres finales que alcanzó desde 1958. Brasil había llegado antes a la final de 1950, que perdió ante Uruguay en Río de Janeiro.
Walid Regragui, el técnico de Marruecos, apostó por Francia y Mbappé tras la derrota que frenó la marcha del primer seleccionado africano en las semifinales.
“Durante los últimos 20 años, se puede afirmar que Francia ha sido el país dominante del fútbol”, comentó Regragui, quien nació en Francia y jugó la mayor parte de su carrera ahí.
“Si vuelve a ganar la Copa del Mundo, estaría emulando a Pelé”, dijo Regragui al expresarse encandilado por Mbappé.
Como adolescentes, ambos jugadores irrumpieron a lo grande en sus estrenos mundialistas, dejando huella en las rondas eliminatorias.
Los seis goles de Pelé, con 17 años, en Suecia 1958 fueron tras la fase de grupos, incluyendo una tripleta que hundió a Francia. Ya lucía el Diez que hizo icónico con Brasil.
Mbappé tenía 19 años en su primer Mundial, y firmó un doblete ante Argentina y Messi en la épica victoria por 4-3 en los octavos de final. Si ambos protagonistas se acercan un poco a las emociones de ese partido en Rusia, la del domingo será una final de ensueño.
Hasta ahora en Qatar, Mbappé lleva cinco goles y comparte con Messi el liderato de la tabla de anotadores. El francés facturó cuatro veces en 2018, incluyendo la final.
Pelé debió esperar hasta su cuarto Mundial, el de 1970, para llegar a los nueve goles, aunque con menos partidos que Mbappé. El crack francés será fundamental en su segunda final seguida, una que disputará dos días antes de cumplir 24 años.
Lo que ha hace admirable a esta versión de Francia es cómo ha capeado tantas lesiones con nuevos talentos que ni siquiera habían actuado en un partido de las eliminatorias hasta el año pasado.
Los volantes Paul Pogba y N’Golo Kanté, titulares de la final de 2018 ante Croacia, quedaron descartados del torneo por lesión. El lateral izquierdo Lucas Hernández apenas duró nueve minutos en Qatar tras sufrir una lesión que le costará el resto de la temporada.
Luego que el plantel de 26 jugadores fue anunciado en noviembre, el delantero Karim Benzema — flamante Balón de Oro — sufrió una lesión que le dejó fuera. El central Presnel Kimpembe y el atacante Christopher Nkunku pasaron por lo mismo.
Para sustituirles, Deschamps llamó a una camada de veinteañeros que no ha desentonado, esencialmente dando paso a la próxima generación.
El central Ibrahima Konaté estuvo imperial ante Marruecos y el atacante Randal Kolo Muani anotó con la primera pelota que tocó tras ingresar para sentenciar el triunfo 2-0.
“No tienen la experiencia internacional”, apuntó Deschamps sobre la inesperada dupla de mediocentros conformada por Aurélien Tchouaméni y Youssouf Fofana. “Pero tienen un techo enorme”.
Estos juveniles cuentan con veteranos que sirven como mentores. Tal es el caso de Antoine Griezmann, el extremo que se ha reinventado como volante todoterreno. Griezmann, de 31 años, es fijo para quedar en el once ideal del torneo.
“Necesitan estar rodeados por un poco más de experiencia. Es solo cuestión de que tengan la libertad de hacer”, dijo el técnico, dando a entender que su proyecto en Francia es muy simple.
Deschamps lleva una década al frente de la selección y se da por hecho que firmará una extensión de contrato. Podría ser con el trofeo que le espera el domingo.