En una temporada regular en la que un récord de 34 partidos se definieron en la última jugada, lo más lógico es que los cuatro duelos de la ronda divisional de playoffs tuvieran el mismo destino. Con sólo cuatro sobrevivientes por dos lugares al Super Bowl, la vara está muy alta.
En pocas palabras, en esta postemporada, el drama viene incluido.
¿Se repetirán las definiciones de infarto en las finales de conferencia este domingo?
Los Chiefs de Kansas City enfrentan a los Bengals de Cincinatti por el cetro de la Americana y los Rams de Los Ángeles chocan con los 49ers de San Francisco por el de la Nacional.
Los Chiefs lograron una remontada mágica en apenas 13 segundos para empatar el partido ante los Bills y definieron su victoria 42-36 sobre Buffalo en el tiempo extra. Un día antes, Cincinnati interceptó el balón a 20 segundos del final y Evan McPherson definió con un gol de campo sin tiempo en el reloj para sorprender a los Titans a domicilio.
Al límite, los Chiefs y Bengals demostraron que son irreductibles. Un camino que tiene una escala más antes de llegar a tierra prometida.
Si el encuentro del domingo en Arrowhead se acerca aunque sea un poco al duelo entre Chiefs y Bengals de la Semana 17, entonces lo único seguro es que no hay nada seguro. Excepto el drama, por supuesto.
Aquel 2 de enero, Joe Burrow y los Bengals manejaron con maestría una ofensiva en los últimos seis minutos para obtener un triunfo 34-31, sí, con un gol de campo de McPherson sin tiempo en el reloj. Fue la primera derrota para Mahomes en diciembre o enero en sus últimos 18 inicios.
Ahora, la apuesta es más alta.
Mahomes disputará su cuarta final de la AFC en cuatro años como titular, todas en casa, y se convirtió en el primer pasador en la historia en llegar a la antesala del Super Bowl en cuatro ocasiones antes de cumplir los 27 años.
Cincinnati, que no ha perdido en dos viajes previos a la final de conferencia en su historia, busca convertirse en el tercer equipo desde 2003 en pasar del sótano de su división la campaña anterior al Super Bowl, uniéndose a los Eagles de 2017 y los Saints de 2009, dos equipos que terminaron con el Lombardi en sus vitrinas.
“Sé que no hemos estado aquí antes, pero sin duda se siente como si hubiéramos estado”, dijo Zac Taylor, entrenador en jefe de unos Bengals que no llegaban a estas instancias desde 1988. “Ves la actitud del equipo y la confianza que tiene en que va a encontrar la manera de ganar. Y simplemente no se puede reemplazar la confianza que los muchachos se ganado y con suerte se mantendrá esto un par de partidos más”.