El Barcelona sabe que no se puede quedar atrás con su estadio después de que el Santiago Bernabéu del Real Madrid se ha renovado de forma importante, convirtiéndolo en un recinto de primer nivel que permitirá llevar a cabo eventos de todo tipo: desde partidos de basquetbol y futbol americano, hasta ferias. Ante tal situación, el conjunto azulgrana quiere convertir el Camp Nou en un inmueble de primera categoría.
Sin embargo, para llevar a cabo este proyecto, los más de 100 mil socios del equipo se reunirán para votar el referéndum Espai Barça el 19 de diciembre. En caso de aprobarse, las obras del Camp Nou comenzarían en 2022 y finalizarían en 2025, lo cual obligaría a reducir el aforo máximo del estadio en 2022, 2024 y 2025, mientras que en 2023 el equipo disputaría sus encuentros de local en otro recinto.
«El plan actual es jugar en el estadio en la primera temporada, con el campo parcialmente cerrado. En la segunda temporada el plan es ir fuera y las otras dos volver al Camp Nou con el plan más perfilado. El ir a jugar fuera, al ser en la segunda temporada (2023/2024), aún tenemos tiempo para decidir dónde», señaló en la rueda de prensa sobre el referéndum Ferran Reverter, director general del Barça.
Reverter aseguró que el equipo no se mudará (temporalmente) lejos del «círculo urbano». Incluso, mencionó que ya tienen una opción muy clara, aunque, en caso de aprobarse el proyecto, seguirán pensando en la alternativa más viable.
«No saldremos del círculo urbano de la ciudad, no iremos a jugar a Girona, por ejemplo. Una opción es Montjuic pero hay otras soluciones internas. La alternativa de Montjuïc siempre está ahí».
El estadio de Montjuic Lluís Companys tiene una capacidad de 55,926 aficionados. Actualmente ningún equipo del futbol profesional español juega en él.
El equipo solicitará un crédito a Goldman Sachs, financiadora que está dispuesta a prestarles un máximo de 1,500 millones de euros para llevar a cabo el Espai Barça. El monto total se repartirá de la siguiente forma: 900 millones para el Camp Nou, 420 millones para el nuevo Palau Blaugrana (tendrá pista de hielo y estacionamiento de autobuses), 100 millones para Campus, 60 millones para inversiones urbanas y 20 millones para el Estadi Johan Cruyff (donde juega el Barcelona B).
Las obras del Palau culminarían en 2026, mientras que las del Campus Barça hasta el año siguiente.
En caso de que no se apruebe el Espai Barça, Reverter lo tiene claro: «Sería una noticia muy, muy mala. Tendríamos que replantear el tema financiero y de créditos. E igualmente se tendría que remodelar el estadio, que está en muy malas condiciones. El día del Benfica había aficionados bajo cascadas de agua. Esto es intolerable».