Bill Walton, quien fue el baluarte del equipo de UCLA en el baloncesto universitario de Estados Unidos bajo la batuta del mítico entrenador John Wooden y luego entró al Salón de la Fama tras una extraordinaria trayectoria en la NBA y por su trabajo como comentarista, falleció el lunes, informó la liga en nombre de su familia.
Walton, quien había padecido una larga batalla con un cáncer, tenía 71 años de edad.
Fue consagrado como el Jugador Más Valioso de la NBA en la temporada de 1977-78. Salió campeón dos veces en la liga y fue incluido en los equipos de su 75to aniversario. Todo eso tras una carrera universitaria en la que ganó dos campeonatos nacionales en UCLA y fue elegido tres veces como el mejor jugador del país.
“Bill Walton fue alguien único en su clase”, dijo el comisionado de la NBA Adam Silver.
Walton, quien fue exaltado al Salón de la Fama en 1993, se destacó dentro y fuera de la cancha.
Su carrera en la NBA, afectada por lesiones en los pies, apenas se extendió por 468 partidos con Portland, los Clippers (San Diego y luego Los Ángeles) y Boston. Promedió 13.3 puntos y 10.5 rebotes en esos partidos, números que no son excepcionales.
De todas formas, su impacto en el baloncesto fue tremendo.
Su partido más célebre fue la final de la NBA en 1973, con UCLA midiéndose contra Memphis. Encestó 21 de de sus 22 tiros de campo para que los Bruins ganasen otro campeonato nacional.
Walton se retiró de la NBA y acabó como comentarista televisivo, algo que nunca creyó haría bien. No lo veía posible por haber tenido un tartamudeo al hablar.
Pero también sobresalió en esa faceta. Walton terminó recibiendo un premio Emmy por su trabajo.
Walton falleció rodeado por sus seres queridos, indicó la familia. Le sobreviven su esposa Lori y sus hijos Adam, Nate, Chris y Luke — un exjugador de la NBA y actualmente entrenador.