Sócrates Seamanduras
La península arábiga está tomando un sitio importante en el mundo del boxeo. Poco a poco, pero con pasos firmes.
El pasado sábado se realizó una función estelarizada por dos boxeadores de élite que fácilmente pudo realizarse en Estados Unidos o en el Reino Unido, naciones de los protagonistas de la pelea estelar, se disputó en Emiratos Árabes Unidos, donde está claro que presupuesto para financiar grandes eventos, existe de sobra.
En esa función, el estadounidense Jamel Herring defendió por tercera vez su campeonato mundial Superpluma OMB, noqueando en el sexto round al inglés Carl Frampton, quien ya había sido campeón mundial Supergallo y Pluma.
La copromoción entre las empresas de Bob Arum, Frank Warren y José Mohan, presentó un evento exitoso en todos los sentidos. Se dieron el lujo de transportar y alojar, entre las peleas de la cartelera, a los equipos de trabajo de dos estadounidenses, de un inglés, de un filipino, de un colombiano, de un kazajo, de un venezolano, de dos indios, de un ruso, de un ghanés y darle continuidad a un boxeador local.
Esta iniciativa tiene más posibilidades de ser un proyecto sólido, y amenazar a las plazas que por ahora son potencias como Nevada, Nueva York, Texas y California en Estados Unidos, o bien Reino Unido y Alemania en el nivel top, y México, Japón o Puerto Rico como sedes de campeonatos mundiales, pues en las diversas naciones de la península arábiga, hay todo lo que se necesita: Presupuesto, instalaciones, tecnología y sobre todo, intención de inversionistas locales, para concretar el proyecto.
Los experimentos que en su momento hicieron promotores como Don King con sus memorables funciones «Rumble in the Jungle» (Alí-Foreman en 1974, en El Congo) y «Thrilla in Manila» (Alí-Frazier en 1975 en Filipinas) y Bob Arum llevando boxeo a China (y su estado administrativo, Macao, incluso presentando a peleadores como Manny Pacquiao y Juan Francisco «Gallo» Estrada) no surtieron el efecto de consolidar esta aventura de mantener y sostener como plaza de élite mundial, a alguna nación fuera de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania.
Pero en los países árabes, la situación parece distinta.
Ya en 2019 presentaron la mejor pelea posible de pesos completos, cuando Andy Joshua le ganó en la revancha a Andy Ruiz, en Arabia Saudita.
2020 fue un año en el que muchos proyectos se frenaron por la pandemia.
Y 2021 empezó a lo grande, con Herring noqueando a Frampton… Y para rematar, ya se anunció a uno de los mejores peleadores de los últimos años, ante el rival que más peligro le representa.
Manny Pacquiao se enfrentará a Terrence Crawford, el 5 de junio, en Abu Dhabi.
La pelea Pacquiao-Crawford la ha pedido la afición, prensa y cualquier televisora o aplicación digital desde hace por lo menos 3 años, y cualquier plaza (sobre todo Las Vegas) la quisiera como sede.
Sin embargo, Abu Dhabi levantó la mano y desde luego, puso los billetes sobre la mesa. Y ahí será. Y ahí se hará.
Y después de esta función, seguramente la península arábiga (principalmente Abu Dhabi, Dubai, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita) seguramente recibirán boxeo top, boxeo de élite, con mayor frecuencia.
De hecho, se habla de que Tyson Fury (campeón CMB) y Anthony Joshua (campeón OMB, AMB y FIB) podrían unificar los cuatro campeonatos mundiales de peso Completo, entre junio y septiembre, en Arabia Saudita.
Esto, sería un duro golpe para el boxeo de Estados Unidos, a nivel negocio, hablando de la pelea más importante y rica de la historia.
Nunca han estados en juego los cuatro campeonatos mundiales de la máxima división, y en esta ocasión, los protagonistas serían dos ingleses, lo mismo que la plataforma que generaría la señal de televisión… y la plaza, sería en el otro lado del mundo.