ST. ANDREWS, Escocia (AP) — Ya sea el viernes o domingo, Tiger Woods cruzará el puente Swilcan por última vez en el Abierto Británico en St. Andrews.
Lo que no sabe a ciencia cierta es si se despide nada más por este año o será definitivamente.
“¿Quién sabe?”, dijo Woods el martes, sin ganas de contemplar un futuro incierto en el golf.
El Open no volvería al mítico Old Course por al menos cuatro años, quizás algo más. Woods tiene 46 años y carga con lo que describió como “mucha carrocería” en la pierna derecha, reparada tras el accidente automovilístico que sufrió en febrero de 2021.
“No sé, si resulta que se demorará tanto, si tendré la capacidad física para competir en este nivel para entonces”, dijo Woods. “Fue una de las razones por las que quería jugar en este campeonato. Ignoro lo que será mi carrera. No volveré a disputar un calendario completo. Mi cuerpo no me lo permite”.
“No sé cuántos Opens tengo por delante en St. Andrews, pero no quería perderme este”, añadió. “Todo comenzó para mí aquí en 1995 y si acaba acá en 2022, que así sea. Y si no puede ser, pues no hay remedio. Si puedo disputar otro más, sería grandioso. Pero no hay garantía”.
No ha improvisado.
En los otros dos majores que disputó este año, el Masters y el Campeonato de la PGA, Woods apenas jugó 27 hoyos de práctica previo a la primera ronda.
Jugó en el campo de Ballybunion en Irlanda la semana pasada junto a Rory McIlroy. Caminó 18 hoyos con un wedge y el putter la noche del sábado en St. Andrews. Jugó 18 hoyos el domingo, y nueve en cada uno de los últimos dos días. A ello sume una exhibición de cuatro hoyos, con lo que excede todo lo combinado de los dos majors previos.
Woods no bromeaba cuando dijo que no iba a perderse este Open en St. Andrews, la edición número 150 del campeonato de golf más antiguo del mundo. Aquí fue donde conquistó dos de sus tres Opens, en el Old Course.
“Ayer, en esos cuatro hoyos, se le vio moverse mejor que en mucho tiempo”, dijo McIlroy, quien participó de la exhibición de leyendas el lunes. “Fue muy bueno verlo. Y su swing… impactar la pelota y el swing no representan problemas. La lucha es el tener que caminar. Pero parece desplazarse muy bien”.
Será una semana llena de tradición. Y no hay sitio con tanta historia como el R&A, con el logo “150” estampado en todas partes, inclusive en los asientos azules de la grada.
Se trata del Old Course, el atractivo principal.
“Este es un torneo muy distinto a los demás, el Open en St Andrews”, comentó Jordan Spieth. “No ha decepcionado recorrer el campo esta semana. Es un campo muy firme. Los greens están impecables, y la panorámica cuando entras — los últimos hoyos — se ven más espectaculares que hace siete años”.
En cuanto a Woods, todo depende de caminar sin molestias. De sentirse en forma. Asegura que su pierna está más fuerte que cuando pudo completar las cuatro rondas en el Augusta National, donde renqueó pronunciadamente. Huelga recordar que el del jueves por la tarde será apenas su octava ronda competitiva del año.
Pero está de buen ánimo. Está en el Old Course. Si logra o no jugar a un nivel superlativo no le quita el sueño.
“Todo esto año me ha hecho sentir muy orgulloso de haber podido llegar a este punto con mi equipo, de poder disputar torneos cuando parecía que no volvería a tener esta oportunidad”, afirmó.