Partidazo en el Estadio Sánchez Pizjuán de los que no se puede perder un aficionado al fútbol. El enfrentamiento entre Sevilla y Atlético de Madrid no tuvo un gran nivel de juego, pero si una gran intensidad en cada duelo, y mucha emoción hasta el final.
El partido empezó muy atascado. El Atlético de Madrid renunciaba al balón y el Sevilla no conseguía llegar al área, pero Rakitic decidió desatascar la situación. El croata se inventó a los quince minutos un tiro desde fuera del área a la escuadra y batió a Oblak para darle la ventaja al conjunto local. El Atlético de Madrid siguió con el plan, y no generó muchas ocasiones, pero tampoco sufrió ante un Sevilla que se veía cómodo con el balón y el resultado a favor.
El Atlético de Madrid sabía que el partido iba a ser largo y aprovechó aún en la primera parte un córner para empatar con un gran cabezazo de Felipe que puso la igualada antes del descanso.
En la segunda parte, al comienzo, el partido empezó igual, con un Sevilla que parecía cómodo con el empate, pero el Cholo sacó a Joao Félix y Cunha para cambiarle la cara a su equipo y vaya si lo hizo. El portugués revolucionó el partido y el Atlético de Madrid comenzó a mover el balón con mucho criterio llegando con peligro al área del Sevilla. Joao Félix y Lemar comenzaron a trazar jugadas en tres cuartos de cancha y el Sevilla solo podía encerrarse para pararlos. Sin embargo, el fútbol no solo gana con ocasiones, hay que meterlas y el Atlético no fue capaz de anotar.
Quien si fue capaz de anotar fue el Sevilla con un gol en el 88 de Ocampos tras un rechace en el palo en un saque de esquina. El gol le daba la victoria al conjunto hisapalense, que con un partido menos, es el único que parece seguir en la lucha por La Liga.