El torneo de Wimbledon anunció el martes que el “Middle Sunday”, el tradicional día de descanso en el primer domingo de la cita de Grand Slam, dejará de existir a partir de la edición de 2022.
Al establecer una competición con 14 días de actividad ininterrumpida, la histórica decisión del All England Club también alterará el llamado “Manic Monday”, el inicio de la segunda semana que hizo de Wimbledon ser la única de las cuatro grandes citas del tenis que programaba todos los 16 partidos de octavos de final — de mujeres y hombres — en el mismo día.
En cambio, como “parte permanente del calendario”, la cuarta ronda se repartirá entre el domingo y lunes a partir del año próximo, dijo el director del All England Club Ian Hewitt en una videoconferencia.
El próximo año se cumplirá el centenario de la Cancha Central en 1922. Sólo se ha jugado en el domingo a mitad del torneo en cuatro ocasiones, cuando la lluvia causó estragos en la programación: en 1991, 1997, 2004 y 2016.
“Queremos que la gente tenga más acceso a este maravilloso torneo”, dijo la directora ejecutiva de Wimbledon Sally Bolton.
El club también apreciará los ingresos adicionales que recaudará por venta de boletos y consumo de comida, bebidas y mercadería.
Todo esos ingresos declinarán en 2021 debido a las vigentes restricciones por la pandemia de coronavirus, y que el año pasado provocó la cancelación del torneo. Fue la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el Slam en césped no se pudo disputar, pero el club había asegurado una póliza de seguro que desembolsó 180 millones de libras (250 millones de dólares), según Hewitt.
La cita de Wimbledon este año se escenificará entre el 28 de junio y el 11 de julio.
“Para ser una organización acostumbrada a tener todo meticulosamente previsto, tendremos que aprender a lidiar con la incertidumbre este año”, dijo Bolton. “Mucho está en el aire ahora mismo”.
De momento, el plan apunta a reducir el aforo a un 25% de las cifras habituales — aproximadamente 500.000 acudieron al torneo durante 14 días en 2019. Pero el número podría ser mayor, una vez que el gobierno británico tome una determinación sobre una desescalada de las restricciones. Ello podría conocerse alrededor del 21 de junio.
Dado que la venta de entradas afecta los ingresos, y “hay tanta incertidumbre financiera ahora mismo”, Bolton dijo que deberán esperar hasta junio para definir la bolsa de premios para el torneo de este año.
El costo de los boletos se mantendrá al mismo nivel de 2020, señaló Bolton.
Otros aspectos siguen en veremos, dependiendo de decisiones del gobierno.
Entre ellos está si los espectadores deberán mostrar certificados de haber recibido la vacuna contra el COVID-19 o una prueba negativa o usar mascarillas para protegerse de infecciones. Tampoco se sabe si se podrán hacer picnics en la famosa colina de Wimbledon y ver desde ahí los partidos en la pantalla gigante. La llamada ‘Colina de Henman’ o el ‘Montículo de Murray’ es uno de los lugares más emblemáticos del torneo.
Los jugadores deberán alojarse en hoteles en lo que Bolton describió como un “entorno de riesgo mínimo”, con frecuentes pruebas de diagnóstico y rastreo de contactos. Sus séquitos no podrán exceder de las tres personas y no podrán alquilar residencias privadas en la villa de Wimbledon, como algunos suelen hacer.