Parco, seco, a su más puro estilo, Juan Celaya comparte su sentimiento tras dejar ir -junto a Yahel Castillo– la que significaba la tercera medalla para la delegación mexicana en los XXXII Juegos Olímpicos.
«La sensación que queda es la de dar un golpe a la pared», atina a decir el clavadista que representa a Nuevo León.
-¿Sientes que dejaron ir la medalla?
-«No estaba en el cuello, así es que no la sentía cerca».
Celaya está consciente de que las críticas vendrán de forma severa, pero no le interesa cambiar la postura de un pueblo que los criticará por la manera en la que dejaron escapar la posibilidad de colgarse una medalla olímpica.
«La gente va a hablar y no les voy a poder ganar, son más que yo, pero les pido que sigan apoyando a la Selección», subraya. «Somos de los 150 mexicanos que están representando a quién sabe cuántos millones«.
Sin cambiar el semblante, el debutante en unos Juegos Olímpicos afirma que su competencia fue «promedio» y promete que buscará ese podio en París 2024.
«Esto me da mucho para seguir echándole ganas y quiero esa medalla«, advierte. «Me sentí muy tranquilo, fuerte, rápido, seguro de lo que estaba haciendo».