20 oct (EFE).- El Barcelona superó con facilidad y una tremenda autoridad al Sevilla (5-1) y encarará el clásico del próximo sábado en el Santiago Bernabéu en LaLiga EA Sports con tres puntos de ventaja sobre el Real Madrid, aunque antes deberá pasar el examen de Champions del Bayern Múnich.
El cuadro de Carlo Ancelotti había ganado el sábado al Celta en Vigo (1-2), pero de nuevo lejos de una buena versión y con notables problemas. En su caso, también tiene la prueba europea intersemanal del Borussia Dortmund en la reedición de la última final. Tras estas citas se encontrarán los dos grandes aspirantes al título con esos tres puntos de diferencia a favor de los de Hansi Flick.
Aunque el equipo andaluz amagó en el tramo inicial con un par de aproximaciones peligrosas con disparos lejanos de Dodi Lukebakio no fue más que un espejismo y se cumplió la historia. No puntúa el Sevilla en el feudo barcelonista desde el 4 de octubre de 2021 (1-1) y no gana en liga desde el 15 de diciembre de 2022 (0-3).
Un penalti de Peque Fernández sobre Raphinha abrió la espita. El Barcelona, lanzado, sentenció la victoria con dos rápidos goles de Robert Lewandowski (m.24) y de Pedri González (m.28). No tuvo respuesta el cuadro de Xavi García Pimienta.
El polaco incluso incrementó la ventaja al desviar un disparo del brasileño (m.39) y para colmo de males de los sevillistas se lesionó antes del descanso uno de sus mejores hombres y máximo regateador del campeonato, el nigeriano Chidera Ejuke, en una arrancada, así como mediada la segunda mitad Suso Fernández.
Disminuyó su producción el Barcelona. Con el partido ganado, Flick aprovechó para dar descanso a Lewandowski y Raphinha. Reaparecieron Fermín López y Gavi y el partido se fue consumiendo sin más alteraciones. El Sevilla no pudo meter presión, víctima de los fueras de juego, que le arrebataron tal opción a través de un penalti sobre Isaac Romero y de un gol de Lukebakio que fueron anulados. Pablo Torre cerró el partido con un doblete y el belga Stanis Idumbo salvó en cierto modo el honor del equipo andaluz.
En tanto, le costó al Atlético de Madrid reencontrarse con el triunfo después de enlazar dos empates. El Leganés, recién ascendido y metido en una dinámica sin ganar, le planteó numerosos problemas. Para su fortuna, la irrupción en el césped de Giuliano Simeone fue determinante para el definitivo 3-1.
Un trayazo del franco-camerunés Yvan Neyou a los 34 minutos en una de las escasas aproximaciones del conjunto de Borja Jiménez sorprendió a un Atlético que no contó con el respaldo de los seguidores de fondo sur por sanción tras los incidentes del derbi ante el Real Madrid.
El partido se le había enredado más de lo previsto al equipo de Diego Pablo Simeone, pero para su fortuna encontró el camino con los cambios introducidos en el segundo periodo. El noruego Alexander Sorloth devolvió el equilibrio al choque con un remate de tacón a centro del belga Axel Witsel (m.69) y la fe de Giuliano Simeone ofreció al francés Antoine Griezmann el balón que culminó la remontada (m.81). El nórdico puso la guinda en la prolongación (m.99) con otro gol de delantero.
La imprescindible victoria permite al Atlético de Madrid recobrar el rumbo y retener el tercer puesto a cuatro puntos del Real Madrid, que el sábado ganó en Vigo al Celta (1-2), y a siete del líder, y con dos más que el Villarreal, que no pudo pasar del empate (1-1) ante el Getafe con un final polémico.
Tenía prácticamente atada la victoria el cuadro de Marcelino García Toral gracias al tanto de Santi Comesaña al borde del descanso (m.44) y a las intervenciones de Diego Conde cuando el colegiado fue avisado desde el VAR de una acción entre Raúl Albiol y el turco Bertug Yildirim y tras acudir al video decretó pena máxima por un golpe del defensa villarrealense en la cara del atacante otomano.
El uruguayo Mauro Arambarri no desperdició la ocasión (m.87) y firmó el empate definitivo que alimenta las esperanzas del conjunto de José Bordalás de comenzar el despegue desde la zona delicada de la tabla y que pone plomo en la andadura del ‘submarino amarillo’, aunque se mantiene en la zona Champions.
A un punto de la misma el Mallorca cierra los puestos continentales empatado con el Athletic. El conjunto de Jagoba Arrasate está cuajando un inicio de campaña notable. Lo confirmó de nuevo anteun Rayo Vallecano que llevaba cinco encuentros sin perder.
Tuvo que recurrir a su hombre gol, el kosovar Vedat Muriqi, para sellar el 1-0 a los 75 minutos, justo después de que su implacable marcador todo el encuentro, el senegalés Abdul Mumin, se tuviera que retirar lesionado.
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