EFE – El Barcelona rubricó un histórico triplete esta temporada con la consecución de la Copa de la Reina Iberdrola al derrotar por 4-2 en la final de Butarque a un orgulloso Levante, que rozó el milagro de remontar un 3-0 adverso y que estuvo a punto de dar un susto al mejor equipo sin discusión de la temporada, pero su sueño le duró apenas siete minutos, los que tardó Alexia Putellas en sentenciar.
Parecía otro partido plácido para el conjunto azulgrana. Uno más del curso en el que se ha manejado con puño de hierro. Tres centros de Lieke Martens, culminados por respectivos cabezazos, parecían dejar sentenciado el encuentro.
Pero el Levante demostró que es un equipo que nunca se rinde, que siempre pelea.
Supo aprovechar la relajación de las campeonas y les metió el miedo con los tantos de Alba Redondo y la argentina Estefanía Banini, aunque al final no fue suficiente.