En Pumas no es muy común que los jugadores vivan una segunda etapa, sin embargo, no todas son malas. Es complicado hablar de campeonatos, pero hay una serie de jugadores que regresaron al equipo de sus amores y brindaron al menos un par de alegrías al pueblo azul y oro.
Ahora es el turno de Efraín Velarde, quien, a sus 35 años, regresará para jugar una temporada completa con el equipo que lo vio nacer y que abandonó en el 2014. Lo hace en una etapa complicada, donde el equipo ya no tiene margen de error y en una posición que es un dolor de cabeza en el último lustro.
El ‘Chispa‘ puede presumir que vivió los últimos grandes momentos con el conjunto auriazul. Estuvo en el plantel que ganó la sexta estrella en Pachuca y también en el que lo logró ante Morelia en el Olímpico Universitario.
Su primera etapa constó de 293 partidos oficiales, diez goles y diez asistencias, lo que lo llevó a salir en el 2014 a los Rayados de Monterrey. Su carrera no tuvo mayores sobresaltos. No consiguió brillar en tierras regias y lo transfirieron al León. Volvió con la Pandilla, pero rápido se mudó al Toluca. Y así se mantuvo, en un ir y venir constante hasta que encontró la regularidad con Morelia, que luego se convirtió en Mazatlán.
Un elemento que se asemeja a lo que ahora vivirá Velarde es Pablo Barrera. Hasta compartieron vestuario cuando el ‘Dinamita‘ marcó el gol en el tiempo extra para darle el sexto título a los auriazules. Salió del equipo en el 2010 para su aventura europea, donde pasó por el West Ham y el Zaragoza. No se adaptó nunca y volvió para jugar con Cruz Azul y Monterrey, hasta que, en el 2016, Rodrigo Ares de Parga optó por darle una oportunidad más.
Ya en su segunda etapa con el equipo, Barrera sufrió los años menos rentables del club. A lo más que aspiró, fue una semifinal donde el América les hizo seis goles en el juego de vuelta. Su ciclo finalizó cuando Rodrigo salió y Jesús Ramírez y Leopoldo Silva se quedaron al mando. Incluso, hasta la afición festejó su salida, ya que no rendía en el terreno de juego como se esperaba de uno de los que fue referente de la escuadra.
Otro de los casos más sonados de elementos que viven una segunda etapa en el Club Universidad corresponde a Dante López. El paraguayo también tiene dos medallas de campeón con Pumas, pero en su segunda etapa no logró repetir el mérito y se quedó en la línea tras perder la Final contra Tigres. Su primera etapa fue del 2008 hasta el 2011. De ahí, volvió a su país, pero rápidamente fue requerido en el 2014.
Mario Trejo, presidente en ese entonces, decidió darle una segunda oportunidad. Aunque ya no corría igual y la edad se notaba de forma clara, fue parte del plantel que llegó a la Final en el 2015 y que participó en la Copa Libertadores, donde cayeron en cuartos de final ante Independiente del Valle. Su despedida fue por la puerta trasera, debido a que no lo renovaron y lo cedieron sin preguntarle al Zacatepec. Después de eso volvió a su país para jugar, pero colgó los botines en el 2017.
Otros jugadores que también vieron una segunda etapa son David Cabrera y Marco Palacios, elementos que estuvieron cedidos en otros equipos durante un año o más, y luego volvieron para defender por segunda ocasión la playera de Pumas. Al menos en la última década, Efraín Velarde tendrá en sus manos convertirse en el único elemento que regresa a Pumas para una segunda etapa y consigue el campeonato.