Psic. Mayra Moreno, Vértice Alto Rendimiento
Sabemos la importancia que tienen los clásicos o las rivalidades en cualquier deporte y en cualquier momento del torneo pero, ¿qué pasa después? En esta ocasión analizaremos el desgaste emocional y mental que ocurre cuando se juega un clásico y cómo le ha afectado a los Dodgers. Aunque un deportista no haya salido de las inferiores de un equipo y aunque no sea su ciudad natal para el equipo que juega, los clásicos dentro del vestidor y en la cancha se viven con mucha intensidad.
Se sabe que hay más en juego que solo unos puntos o una mejor posición: el estado anímico y percepción de liderazgo del cuerpo técnico puede disminuir, la cohesión del equipo puede dejar de ser tan fuerte, la motivación de los jugadores pierde perspectiva, el apoyo de la afición se convierte en ataques, entre otros factores, pueden verse afectados por los resultados de un clásico (tanto para mejor como para peor). Claro está, no es lo ideal que se le dé tanto control e impacto sobre el rendimiento a un solo juego, pero la realidad es que así suele ser.
¿Qué pasa en deportes como el beisbol? Los clásicos se dan en series de 2-4 juegos seguidos y varias veces por temporada, por tanto dependiendo como se dé la serie, el momento de tensión permanece por 4 días seguidos. En este caso, si no existe una buena gestión emocional y control de pensamientos, el análisis y valor que se le da a esta serie (de tantas que hay en una temporada) no les permite recuperarse psicológicamente y les puede afectar en los siguientes juegos.
En este caso particular, vemos cómo los Dodgers vienen de varios años de muy buen desempeño y se enfrentan contra unos Padres que vienen demostrando que quieren más y que vienen ahciendo bien las cosas. En papel pues, los Padres “no tienen nada que perder y sí mucho que ganar” y los Dodgers al perder la serie, y con dos juegos jugados con extra innings, se quedan una sensación de malestar que estamos viendo se ha trasladado a más juegos.
De sus últimos 10, han perdido 9 y ganado solo 2. Sus números antes de enfrentarse a los padres eran 14 ganados y 2 perdidos. ¿Qué pasa con los titulares? Mencionan cómo han sido barridos por los Cubs, por primera vez en dos años, cómo perdieron el fin de semana contra los Angels, equipo en el último lugar de su división…
Definitivamente no están teniendo una recuperación emocional adecuada que, en beisbol y con tantos juegos y tan seguidos, se necesita dar sí o sí para darle cierre a derrotas “extracancha” y cambiar el sistema de creencias interno que está mermando su rendimiento. Estas derrotas extracancha son las que como bola de nieve, se dan cuando el equipo pierde en cancha y tiene consecuencias en el vestidor, en los medios de comunicación y en las redes sociales. Son más comunes después de partidos de playoffs o en estos clásicos o de rivalidad importante.
¿Podrán recuperarse psicológicamente los Dodgers? ¿Tendrá Roberts los recursos para identificar e intervenir en el estado anímico del equipo de cara a cerrar esta primera mitad del torneo? Definitivamente talento tienen, ya veremos cómo es su afrontamiento a este momento de adversidad que están viviendo.
Psicóloga del Deporte Mayra Moreno
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