KINGSTON (AP) — Damion Lowe saltó en el área chica y cabeceó tras el saque de esquina ejecutado por Walker Zimmerman. Venció al arquero estadounidense Zack Steffen para lo que parecía el gol de la victoria jamaiquina a los 84 minutos.
De regreso en el graderío por primera vez en 25 meses, los seguidores de los Reggae Boyz comenzaron a celebrar.
Fue demasiado pronto.
El árbitro costarricense Juan Gabriel Calderón sancionó un empujón apenas perceptible de Lowe sobre el defensa Walker Zimmerman. Es una falta que difícilmente se marca contra un equipo local en las eliminatorias de la CONCACAF.
“El silbato sonó antes, y es un alivio”, dijo el técnico estadounidense Gregg Berhalter.
Estados Unidos comenzó la segunda mitad del octagonal definitivo de las eliminatorias en la CONCACAF igualando el martes 1-1 en su visita a Jamaica.
Tim Weah adelantó a Estados Unidos a los 11 minutos, Michail Antonio niveló a los 22 para Jamaica con un sensacional trallazo desde más de 30 metros.
“Estamos todavía en una buena posición”, comentó el capitán estadounidense Tyler Adams. “Va a ser superimportante que continuemos ganando nuestros partidos como locales, sacando triunfos en cancha ajena cuando podamos”.
Entonado por la victoria 2-0 como local ante su clásico rival México el viernes pasado, Estados Unidos viajó al Caribe para afianzarse en lo más alto al alcanzar el punto medio del octagonal final de la CONCACAF. Pero el punto de visita no fue mal negocio, con los estadounidenses bien perfilados para quedarse con una de las tres plazas directas de la confederación.
Estados Unidos, que respiró aliviado cuando a Jamaica le anularon el gol a seis minutos del final, suma 15 puntos rumbo a los últimos seis partidos de la eliminatoria hacia Qatar 2022.
Pendiente a los partidos que se jugaban más tarde, México le escoltaba con 14 puntos, seguidos por Canadá (13), Panamá (11), Jamaica (7), Costa Rica y El Salvador (6 cada uno) y Honduras (3).
“Siempre es bueno sacar un punto de visita en las eliminatorias de la CONCACAF”, resaltó Berhalter. “Pero me parece completamente natural que los chicos estén cabizbajos, porque queríamos más”.