CINCINNATI, Ohio, EE.UU. (AP) — Cuando decidió que el partido del viernes en la noche contra México dentro de las eliminatorias rumbo al Mundial se disputara en el nuevo TQL Stadium, la federación de fútbol de Estados Unidos optó por una ciudad con 3% de población hispana en un estado que es 42do en cantidad de personas latinas entre los 50 que conforman el país.
“Cuando hablamos de un encuentro clasificatorio a la Copa Mundial, es muy importante que tengamos una multitud favorable a la escuadra estadounidense, y haya o no latinos en las gradas, queremos fanáticos que apoyen al conjunto nacional”, declaró el técnico de la selección estadounidense Gregg Berhalter.
“Y no siempre es sencillo garantizar eso. Creo que hemos aprendido de errores en el pasado”.
Berhalter, que fue defensa de la selección estadounidense de 1994 a 2006, recordó los partidos contra Honduras y Guatemala en el Estadio RFK en Washington, en los que los visitantes tenían apoyo mayoritario.
En 2017, los fanáticos estuvieron más o menos a la par durante el cotejo entre Estados Unidos y Costa Rica en la Red Bull Arena en Harrison, Nueva Jersey, en la eliminatoria mundialista. Los ticos ganaron por 2-0, un resultado que incidió en que la escuadra estadounidense no clasificara a la Copa Mundial.
México ocupa el noveno puesto en el escalafón de la FIFA y lidera la eliminatoria de la Concacaf con 14 puntos. Estados Unidos es segundo con 11 unidades previo al encuentro de este viernes, que marcará la mitad de la ruta de la eliminatoria.
Bajo la dirección de Berhalter, Estados Unidos ha jugado tres partidos con un apoyo abrumador del público. El primero fue en un escenario de la NFL en septiembre, el Nissan Stadium, en Nashville, Tennessee, al que asistieron 43.028 espectadores. El cotejo entre Estados Unidos y Canadá terminó 1-1.
Los tres partidos siguientes en casa se programaron en estadios de la Major League Soccer (la liga profesional de fútbol de Estados Unidos que incluye a equipos de Canadá). En estas sedes los boletos asignados facilitan una distribución selectiva entre quienes tienen entradas para la temporada y fanáticos favorables al equipo nacional.
Estado Unidos ganó 2-0 a Jamaica en un partido que atrajo 20.500 espectadores el mes pasado en el Q2 Stadium en Austin, Texas. Se impuso 2-1 a Costa Rica frente a 20.165 personas en el Lower.Com Field de Columbus, Ohio.
El encuentro contra México se disputará en un estadio inaugurado en mayo con cupo para 26.000 espectadores.
“Queremos que haya estridencia en el estadio, queremos un ambiente de exaltación” declaró Berhalter.
México ha enfrentado a Estados Unidos dos veces en este año, y perdió ambas.
La selección estadounidense se impuso 3-2 en la final de la Liga de Naciones, realizada en Denver en junio. En el partido por el título de la Copa de Oro, el 1 de agosto en Las Vegas, Estados Unidos triunfó pese a jugar con un plantel alterno.
Pero el técnico de México, Gerardo Martino, negó que haya una afrenta por saldar.
“Yo no me tomo las cosas en forma personal, porque mi función es conducir un equipo y debo de velar por el bienestar de mis jugadores y el equipo”, comentó el argentino. “Cuando uno se lo toma como personal corre el riesgo de no tomar buenas decisiones”.