Cuando Declan Rice fue vendido por el West Ham al Arsenal a cambio de 122 millones de euros, muchos temores se desataron en el entorno de los Hammers al ser un jugador clave en el esquema, pero Edson Álvarez y James Ward-Prowse aparecieron para hacer que esa partida no resultara tan fuerte.
El seleccionado nacional arribó desde el Ajax a cambio de 42 millones en el mercado de verano y pronto empezó a demostrar que fue una buena inversión, ya que hoy los Hammers lucen fuertes en el centro del campo, además de que su estilo agresivo fue un extra muy bien recibido.
Ese rendimiento lo ha llevado a echarse a la bolsa a la afición, mientras que el técnico David Moyes está satisfecho, aunque igual convencido de que le falta techo por alcanzar. Esa unión que tiene con Ward-Prowse ha resultado muy enriquecedora, por lo que pocos extrañan a Rice.
«Nunca me presioné tanto. Soy un jugador diferente (a Rice). Aporto lo que puedo aportar: mi espíritu, mi lucha, todo. Créanme, no intento meterme en la cabeza nada de eso, sólo quiero mostrarle a la gente mi calidad y mi capacidad. Conozco la responsabilidad, pero estoy haciendo lo que quiero hacer y lo que quiero aportar a la liga».
Cuestionado si tenía presión por sus nuevas labores en la Premier League, el canterano del América lo descartó, ya que no es la primera vez que le toca reemplazar a figuras de talla internacional, tal y como sucedió en el Ajax.
«En mi primera temporada en el Ajax, tuve que reemplazar a Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong, pero nunca me presioné a mí mismo».
West Ham enfrentará al Newcastle en un duelo de alta exigencia en partido de la octava jornada de la Premier League.
