NUEVA YORK (AP) — Comprensiblemente, Novak Djokovic estaba desanimado. Se le escapaba la posibilidad de hacer algo que ningún otro hombre había logrado en más de medio siglo, un empeño que le agotó física y emocionalmente.
Fue lo que el número 1 del mundo reconoció después al vérsele llorar durante el último cambio de lado en la derrota por 6-4, 6-4, 6-4 ante Daniil Medvedev en la final del Abierto de Estados Unidos.
Para lo que no está dispuesto el serbio de 34 años, después de quedarse agonizantemente cerca — a un triunfo — en su intento de ganar su cuarto torneo de Grand Slam en una misma temporada es no dar pelea a largo plazo.
Hay un grupo de talentos que viene tocando la puerta para convertirse en los mejores del tenis, pero él seguirá.
Djokovic había hablado antes de darlo todo ante Medvedev, tratando la final del domingo “como si fuera el último duelo de su carrera”. Y sí, Djokovic estuvo deslucido y fue superado. No fue la mejor combinación para Djokovic: Tuvo un mal día; Medvedev — el número 2 del ránking — tuvo uno grandioso. Entonces si, Djokovic consideró todo esto decepcionante.
Por supuesto, es natural. Jugar tan bien y dar tanto por tanto tiempo bajo un intenso reflector y la presión de afuera y adentro es desgastante. Ningún otro hombre había ganado los tres primeros majors del año y mucho menos los cuatro, desde Rod Laver en 1969.
“Era una carga demasiada pasada”, admitió Djokovic.
Se llevó 27 de 28 triunfos por el póker de títulos en 2021.
Simplemente no pudo lograr el 28mo.
“Una parte de mi está sumamente triste”, dijo el serbio. “Es difícil de aceptar, la derrota, considerando todo lo que estaba en juego”.
Pero volverá a jugar y seguirá trabajando para superar el triple empate con sus rivales Roger Federer y Rafael Nadal en la lucha histórica por la mayor cantidad de títulos en las grandes citas ganados por un hombre, con 20. No debería ser una sorpresa para nadie que el 21mo título de Djokovic llegue en unos cuantos meses en el Abierto de Australia del próximo año, un torneo que ha ganado nueve veces.
Incluso si los tres tenistas que enfrentó en las finales de Grand Slam en el 2021 son veinteañeros: Medvedev (25) en el Abierto de Australia y US Open; el número tres Stefanos Tsitsipas (23) en el Abierto de Francia; el séptimo Matteo Berrettini (25) en Wimbledon; y otros más jóvenes y que están subiendo la escalera. Pero Djokovic no tiene la intención de dejarlos pasar.
“La transición era inevitable”, comentó Djokovic el domingo antes de agregar: “Los jugadores viejos aún no se rinden”.
Federer, quien cumplió los 40 años el 8 de agosto y Nadal, de 35 años, no fueron a Nueva York debido a lesiones que adelantaron el final de sus temporadas.
Será fascinante ver como les afecta a futuro la reciente operación de rodilla de Federer y el dolor crónico en el pie izquierdo que afecta a Nadal.
Y será divertido observar si el grupo que es una década más joven y que incluye al campeón del Abierto de Estados Unidos 2020 Dominic Thiem (28 años) así como a Alexander Zverev (24 años), a quien Djokovic superó el viernes en la semifinal en cinco sets, además de que ganó los Juegos Olímpicos, pueden avanzar lo suficiente para ganar un major — o varios majors.
Medvedev habló el domingo sobre el impulso que espera recibir tras ganar el Grand Slam tras estar 0-2 en sus primeras finales — y de lograrlo ante Djokovic en esta temporada.
“Por el futuro de mi carrera, saber que derroté a alguien que venía de un año de 27-0 en Grand Slams… iba por algo histórico y saber que logré detenerlo”, advirtió Medvedev. “Definitivamente lo hace más dulce y me da confianza de lo que está por venir”.