Los jugadores defensivos de la NFL se encuentran frustrados ante las infracciones que están marcando los árbitros por jugadas de supuesta rudeza contra los quarterbacks.
Y en medio de la polémica, se ha planteado la pregunta de qué golpes son reglamentarios y a qué grado pueden llegar los árbitros para proteger a los mariscales de campo.
Dos decisiones en la semana 5 —una relacionada con Tom Brady— causaron indignación entre jugadores, entrenadores y fanáticos, muchos de los cuales exigen un cambio. La liga prevé discutir estas decisiones, pero ello no significa que una modificación sea inminente.
“Están volviendo todo muy difícil para los jugadores defensivos”, afirmó el miércoles Bobby Wagner, linebacker de los Rams de Los Ángeles. “Hay ciertas cosas que no se pueden hacer cuando uno está en el aire. He visto que algunos superhéroes lo hacen, pero esto no es un cómic”.
Cam Jordan, defensive end de Nueva Orleáns, planteó en broma una solución.
“Traeré conmigo una frazada… y se la pondré (al quarterback rival) antes de recostarlo en el terreno suavemente, para acariciarlo y cantarle una canción de cuna”, dijo Jordan. “No lo sé. Tendremos que lidiar con eso, como lo hemos hecho en el último par de años”.
La controversia comenzó cuando Grady Jarrett fue castigado por derribar a Brady durante el encuentro del domingo, que Tampa Bay ganó por 21-15. Un día después, llegó una decisión arbitral incluso más estricta.
Chris Jones, de Kansas City, derribó por detrás a Derek Carr, quarterback de Las Vegas, para despojarlo del balón. Las repeticiones en la TV mostraron que el balón quedó suelto y fue recuperado por Jones en una jugada limpia.
Pero el réferi Carl Cheffers lanzó el pañuelo amarillo, sancionando rudeza contra el mariscal de campo.
“Pienso que es una absoluta locura”, sentenció el linebacker de Jacksonville, Josh Allen. “Más que nada con lo de Chris Jones. Fue una captura con balón suelto, incluso antes de que él (Carr) cayera al piso. Pienso que fue una decisión estúpida. No sé a quién están protegiendo en esa jugada. ¿Cayó encima de él? Es un balón suelto. No puedo explicar esa jugada”.
Jones sugirió que estas sanciones sean sujetas de revisión en el video. Esa decisión correspondería al Comité de Competencia de la liga, conformado por seis dueños/ejecutivos de equipos y cuatro entrenadores.
Los equipos pueden proponer también cambios a las reglas, que requieren el voto de 24 dueños par aplicarse.
Jim Irsay, propietario de los Colts de Indianápolis, dijo el miércoles a The Associated Press que apoyaría el uso de la repetición para aclarar si se cometieron realmente estas infracciones.
“Pienso que es una vía sensata, porque hay demasiada inequidad sobre lo que puede revisarse y desafiarse o no”, dijo Irsay. “Si esa decisión en Kansas City se hubiera desafiado, la habrían modificado todas las veces. No es algo discutible siquiera, así que pienso que es adonde debemos ir. Nada es perfecto nunca. Este deporte es muy rápido y el énfasis se pone ahora en la seguridad, como debe ser. Pero no puedes excederte y arruinar este deporte tan especial”.
Pese a las quejas, los castigos por rudeza contra el mariscal de campo han caído 45% en comparación con el mismo momento de la campaña anterior. Hasta la semana 5 en 2021 se habían sancionado 51 de estas infracciones. Sólo 28 se han marcado en la presente temporada, de acuerdo con las estadísticas de la liga.
Una persona con conocimiento directo del asunto dijo a la AP que la NFL no planea modificar las reglas. El tema se someterá a discusión la próxima semana, cuando los dueños de la NFL se reúnan en Nueva York, pero la liga no busca mostrarse reaccionaria ante unas cuantas decisiones erróneas.
En 2019, la liga experimentó con revisiones de las interferencias de pase y terminó abortando la medida una campaña después.
Desde luego, los quarterbacks no se quejan.
“Sigan protegiéndome lo más que se pueda”, dijo Jacoby Brissett, mariscal de campo de Cleveland. “Siempre que marquen algo así a mi favor lo acepto. No voy a quejarme por eso”.
Patrick Mahomes, el quarterback de los Chiefs, fue testigo de cómo una de estas decisiones controversiales afectó a su equipo. Aun así, entiende las dos versiones.
“Se trata de protegernos y de encontrar un medio adecuado para ello, pero al mismo tiempo hay que permitir que juguemos fútbol americano”, comentó. “Esta última semana fue una ventana pequeña en que hubo malas decisiones sobre rudeza contra el pasador. Pero a grandes rasgos, creo que se ha hecho un gran trabajo y se mejora en esto”.
Josh Allen, quarterback de Buffalo, advirtió que la revisión de estas infracciones puede abrir la puerta para sancionar otras.
“Pienso que hay muchas variables que entran en esto”, opinó Allen. “Hay muchas otras cosas que se marcan de manera muy arbitraria, las faltas personales, la rudeza innecesaria, las conductas antideportivas Uno puede hablar también de las sujeciones indebidas. Me parece que siempre habrá algo que se pierda y algo que se marque o no… Estos árbitros hacen lo mejor que pueden con las reglas… Pienso que a veces simplemente hay que jugar. Es fútbol americano”.
El fútbol americano es un deporte violento. Los quarterbacks son los jugadores mejor remunerados y los rostros de muchos de los equipos.
El reglamento de la NFL permite que los árbitros pequen de cautelosos, en busca de proteger a los quarterbacks. Eso no cambiará, sin importar las quejas.