La temporada del 2020 fue decepcionante para los Dallas Cowboys en múltiples frentes.
El juego terrestre, y en particular el desempeño de Ezekiel Elliott, fue uno de ellos.
Sin embargo, dentro del ambiente de optimismo que se respira en Dallas por el regreso del quarterback Dak Prescott; por la recuperación total de otros lesionados como Tyron Smith, La’el Collins, Blake Jarwin, Leighton Vander Esch; la incorporación del novato Micah Parsons; y la llegada del nuevo coordinador defensivo Dan Quinn; también existe un aura de esperanza de que Elliott recupere su firma de All-Pro, y el ataque terrestre de los Cowboys vuelva a ser tan dominante como en años previos.
«‘Zeke‘ luce grandioso», dijo el Prescott al Dallas Morning News. «Está en la mejor forma de su vida. Luce rápido. Todos han visto videos de él entrenando por su cuenta con su coach de corredores. Sus cortes, simplemente lo explosivo que es.
Emocionado por tener un año completo con él de nuevo, y tenerlo sano a lo largo de toda la temporada». Los videos a los que hace referencia el quarterback son aquellos que ha compartido Elliott –quien ha liderado a la NFL en yardas terrestres y acarreos en dos de sus cinco temporadas— de sus sesiones de trabajo personales en SMU. Con todo y el regreso de todos los nombres enlistados arriba, y a pesar de que Prescott –recién firmado un contrato de 160 millones de dólares por cuatro temporadas que lo convierte en el segundo jugador mejor pagado en la historia de la liga– es sin discusión el rostro de la franquicia, el juego terrestre, y por ende Elliott, siguen siendo fundamentales para las aspiraciones de los Cowboys.
La caída en el nivel de Elliott –un tres veces seleccionado al Pro Bowl y una vez All-Pro de primer equipo— no se puede negar.
No hace mucho tiempo, Zeke acompañaba al mítico Jim Brown como los únicos corredores en la historia del juego en contar con un promedio de carrera superior a las 100 yardas terrestres por partido. Sin embargo, sus promedios por partido cayeron a 84.8 en el 2019, y un mediocre 65.3 en el 2020.
También, su número de oportunidades cayo dramáticamente. En la temporada pasada, sumó 244 acarreos, en 15 partidos; en el 2017, cuando jugó solamente 10 encuentros debido a una suspensión, sumó 242.
Son las únicas dos campañas de sus cinco como profesional en que no ha alcanzado el millar de yardas terrestres y, curiosamente, son sus dos temporadas con el promedio más bajo por acarreo.
Con todo y eso, Elliott mantiene un muy respetable quinto lugar entre los mejores promedios de yardas terrestres por juego para una carrera, con 89.9, rodeado de puros miembros del Salón de la Fama. Después de Brown (104.3), están Barry Sanders (99.8), Terrell Davis (97.5), Eric Dickerson (90.8), Elliott y Walter Payton (88.0).
Y, a pesar de una temporada a la baja, Elliott —quien está empatado con Alvin Kamara por el segundo salario promedio anual más alto de la liga, entre corredores, y solamente por detrás de Christian McCaffrey— siguió liderando a los Cowboys con 82 primeros intentos, y fue quinto en la liga en acarreos.
«Cuando Zeke está sano y Zeke está haciendo lo suyo, es el mejor corredor de la liga», dijo al Dallas Morning News, Prescott, quien arribó a los Cowboys en el mismo Draft 2016 que Elliott. «Simplemente, es emocionante verlo en la mejor firma de su vida, o la mejor forma en la que ha estado en la NFL.
Eso será especial para nosotros a futuro». Hasta el suplente de Elliott, Tony Pollard, ha notado la chispa en el juego del corredor titular durante el presente receso de temporada. «Definitivamente, ha estado enfocado», dijo al Dallas Morning News, Pollard, quien según el diario, ha estado participando en las sesiones privadas con Elliott.
«Les puedo decir que ha tomado un paso hacia el frente en el receso de temporada, arreglando su dieta y poniéndose en forma. Yo y él (sic), ustedes saben, trabajamos mucho en esta temporada baja. Así que ambos estamos enfocándonos en el receso de temporada y preparándonos».