Cuando parecía que los Diablos Rojos frenarían a la Máquina Celeste de Cruz Azul apareció un ángel salvador. Y es que Toluca tuvo ventaja casi todo el partido, hasta que apareció Ángel Sepúlveda para lograr el empate 1-1 en el Estadio Ciudad de los Deportes.
El Cruz Azul incansable, el que no sabe cuándo darse por vencido volvió a demostrar que no quiere regalar derrotas a nadie. Así que, una vez más, la estrategia le resultó a Anselmi cuando todo parecía definido y pintado de rojo.
Cruz Azul tuvo dos claras en el primer tiempo. Antes de los 25 minutos de juego ya había generado al menos dos opciones claras de gol, aunque la más increíble fue cuando Giorgos Giakoumakis falló en el corazón del área tras pase perfecto de Rodolfo Rotondi.
Por cierto, el argentino sigue siendo el mejor elemento celeste: corre, pelea, recupera balones y aparece siempre como opción de pase para sus compañeros aunque en este duelo no tuvo la suerte de acompañar su futbol con una asistencia o un gol.
El que sí se equivocó antes de acabar el primer tiempo fue Gonzalo Piovi que al tratar de jugar con su compañero en la defensa dio pase hacia atrás y se lo regaló a Paulinho, que aprovechó el regalo para armar la jugada del gol escarlata.
Paulinho jugó con Maxi Araújo con una gran pared para lograr el 1-0 cortesía del uruguayo. Ditta, que era el último defensa no pudo contra ambos jugadores y así llegó el tanto que finalmente sí le pasó factura a la Máquina.
Uno de los jugadores que hicieron diferencia en el partido fue Tiago Volpi que tuvo que aguantar la presión de la afición que le cantó algunas frases que bien pueden ser sancionables debido a que son considerados insultos homofóbicos, incluido el ya clásico «¡puto!».
Aún así el arquero brasileño respondió con atajadas en la cancha como ese remate de Giakoumakis que en el segundo tiempo apareció al 62′ con un remate de cabeza en el área que obligó al arquero a mostrar su agilidad para sacar el balón.
Martín Anselmi intentó modificar todo lo que pudo con varios cambios. Dio ingreso a jugadores como Uriel Antuna, Ángel Sepúlveda y Camilo Cándido, pero no lograron marcar diferencia en el campo ante esa férrea marca de los Diablos Rojos.
Renato Paiva también hizo cambios y aunque su intención no era defender tan atrás, su equipo terminó replegado en su cancha defendiendo todo lo que pudo, en especial en los varios tiros de esquina. Y es que se veía al estratega pedir una y otra vez que el equipo saliera más, pero no podían ante la presión.
Al final lo pagaron muy caro porque un centro a segundo poste fue bien rematado de palomita por Sepúlveda que celebró con todo el tanto que dejó el 1-1 en la pizarra, además de que ayudó a que la Máquina terminara la Jornada 4 con 10 puntos y seguirá de líder hasta que se reanude la liga por el tema de la Leagues Cup.