A Cruz Azul le cuesta mucho hacer goles de visitante, es un equipo que domina a los rivales pero que al momento de estar frente al arco del rival carecen de puntería, contra Puebla consiguieron un triunfo de milagro y gracias a un penal sobre la hora que terminó convirtiendo Uriel Antuna para dormir en el tercer puesto de la clasificación.
Un penal fue la manera en la que los tres puntos se quedaron en la bolsa de los celestes, un justo premio porque fueron el equipo que más intentó sobre el terreno de juego y que de no ser por su mala puntería el marcador habría sido más abultado.
Pasan y pasan los encuentros y la Máquina extraña cada día más al Toro Fernández, el uruguayo que llegó como eje de ataque y que se lesionó de la rodilla muy temprano en el torneo y eso le ha pasado factura en juegos como el de esta noche donde no supieron hacer goles.
En el primer tiempo los celeste pudieron hacer hasta tres goles, pero la puntería no estuvo nada fina en la escuadra de Anselmi, estratega que ha ido moviendo su esquema para poder hacer que su equipo sume puntos y vuelva a los primeros lugares como esta noche en al que solo están por detrás de Toluca y América por diferencia de goles.
Carlos Rotondi fue el jugador más peligroso de los celetes, el argentino se cansó de intentar hacer daño al arco de la Araña Rodríguez, quien se lució con algunas atajadas.
En el complemento la dinámica del partido fue la misma, la propuesta de los celestes era ir al frente, pero sin tener suerte frente al marco de los poblanos.
La Franja intentó reaccionar por lapsos del juego pero tuvieron enfrente a Kevin Mier, el arquero colombiano hizo muestra de porque es visto en clubes de la Premier League.
Cuando el partido estaba por terminar el VAR le llamó a Katia Itzel, árbitra del partido, para ver una mano dentro del área poblana y decretar la pena máxima que fue cobrada de manera magistral y así decretar el segundo triunfo consecutivo de la Máquina.