Cuando los Dallas Cowboys le ofrecieron en marzo pasado a Dak Prescott un contrato por cuatro años y 160 millones de dólares, incluyendo 66 millones al momento de la firma, el equipo fue cuestionado por hacer negocios con el corazón y no con la cabeza.
Las dudas eran justificables considerando que Prescott venía de una horrenda lesión en el tobillo y los Cowboys tenían interrogantes que resolver que se extendían mucho más allá de la posición de quarterback.
Ahora, las dudas han quedado despejadas y la inversión de Dallas no solo parece segura, sino inteligente. Después de todo, ningún equipo ha sido más productivo a la ofensiva que los Cowboys, que buscarán el domingo su sexta victoria consecutiva cuando visiten a los Vikings (3-3).
Los Cowboys llegan al encuentro con el mejor ataque de la NFL, una unidad que promedia 34,1 puntos por encuentro, una producción increíblemente similar (32,8) a la que tenía el equipo en las primeras cinco jornadas de 2020, hasta el momento de la lesión de Prescott.
Esa producción tenía a Dallas con marca de 2-3 y a la postre quedaron fuera de los playoffs por segundo año consecutivo. Este año, su registro de 5-1 los tiene en control de su división y con un calendario favorable en el horizonte.
La diferencia en el renglón de triunfos no es exclusivamente atribuible a la producción de Prescott o a una ofensiva plagada de talento en todas las posiciones, sino también a una defensiva que pasó de ser la 28va peor de la NFL en 2020 a una unidad capaz de contener lo necesario a su oposición.
Este domingo esa defensiva sería puesta a prueba. No solo tienen enfrente a un equipo balanceado como Minnesota, sino que Prescott podría estar limitado físicamente con una molestia en la pantorrilla.
Pero es difícil restarle confianza a una defensiva que llega con la segunda mayor cantidad de robos de balón (14) en toda la NFL, incluyendo siete intercepciones del cornerback Trevon Diggs. Esa no puede ser una buena noticia para Kirk Cousins y unos Vikings en busca de su tercer triunfo consecutivo.
Cousins tiene 13 pases de touchdown por apenas dos intercepciones en la campaña, pero ha perdido en cinco de sus últimos seis inicios ante Dallas. Para su fortuna, no tiene que hacerlo solo. Tiene al explosivo running back Dalvin Cook para poner a prueba a la renovada defensiva de Dallas, que se ubica quinta de toda la NFL en contra de la carrera.
Una victoria de Dallas el domingo podría catapultar al equipo a nuevas alturas, en especial considerando que ninguno de sus próximos tres rivales presume récord ganador. Pero es imposible pasar por alto a un equipo de Minnesota, cuyas tres derrotas en la actual temporada han sido por un total de 11 puntos.