Con deudas de 1,350 millones de euros (1,361 millones de dólares) hace un año, el Barcelona ha logrado salir a flote y convertirse en uno de los protagonistas del mercado de fichajes en Europa, fichando principalmente a Raphinha y a Robert Lewandowski.
Según las palabras del entonces director general del Barça, Ferran Reverter, el club estaba «en situación de bancarrota contable» en marzo de 2021, con una deuda descomunal, problemas de tesorería y una enorme masa salarial.
Hoy, el Barça ha conseguido renovar por dos años a Ousmane Dembélé y ha logrado fichar a Franck Kessié (AC Milan) y Andreas Christensen (Chelsea), ambos con la carta de libertad, y al brasileño Raphinha (Leeds) por 70 millones de euros (70,6 millones de dólares) y a Robert Lewandowski (Bayern Múnich) por unos 50 millones de euros (50,4 millones de dólares).
Escalonamiento de la deuda
Con 25,5 millones de euros (25,7 millones de dólares) conseguidos por salidas de jugadores y 120 millones de euros (121 millones de dólares) gastados en fichajes, la balanza en el mercado es desfavorable para el Barça en 94,5 millones de euros (95,3 millones de dólares), un problema serio en un primer momento por un escalonamiento de la deuda.
El principal problema del Barça no era tanto la deuda como su urgencia: debía pagarla antes del 30 de junio de 2021. Joan Laporta, elegido presidente cuatro meses antes, y su equipo de directivos negociaron con los acreedores el escalonamiento de su pago en varios años, una manera de ganar tiempo y tomar oxígeno.
Una parte de la deuda no era escalonable y el Barça tuvo que pedir un nuevo préstamo ante otro banco, Goldman Sachs, de unos 595 millones de euros (600 millones de dólares).
Contrato con Spotify
El préstamo de Goldman Sachs permitió también al Barça tener liquidez para realizar las operaciones corrientes del club, como pagar los salarios que estaban retrasados o realizar algunas contrataciones en el mercado de enero, como la firma de Ferran Torres (Manchester City) por 55 millones de euros (55,4 millones de dólares).
Pero para conseguir todavía más liquidez de manera rápida, el gigante catalán decidió vender parte de sus activos.
El club vendió el 10% de los ingresos de los derechos de televisión del campeonato español a la empresa estadounidense Sixth Street durante 25 años, a cambio de 207 millones de euros (208,8 millones de euros) inmediatos. El club cinco veces ganador de la Champions League se plantea ceder también otro 15% a cambio de 330 millones de euros (332 millones de dólares).
También podría suponer una inyección importante la venta del 49,9% de las acciones de la franquicia Barça Licencing and Merchandising, aprobaba por los socios del club a mediados de junio.
El contrato de patrocinio pactado con Spotify, que comprende especialmente el cambio de nombre del futuro Camp Nou renovado, aportará unos 435 millones de euros (438 millones de dólares) al Barça. Se trata del mayor contrato de patrocinio en la historia del club.
¿Una huida hacia adelante?
Gracias a esas nuevas entradas de dinero, combinadas a la disminución de la masa salarial, el club catalán espera ver cómo su límite salarial se eleva para poder inscribir a sus nuevos jugadores ante la Liga española, ya que por el momento Kessié, Christensen, Raphinha y Lewandowski no podrían disputar partidos oficiales con la camiseta azulgrana.
Vendiendo activos para largos periodos a cambio de grandes sumas de dinero recibidas de manera inmediata, el Barça apuesta enviar la pelota hacia adelante y quizás simplemente esté aplazando el momento de enfrentarse a los grandes problemas.
El club apuesta por el nuevo impulso deportivo y los futuros ingresos generados por el estadio renovado para pagar a sus acreedores y a Goldman Sachs por el préstamo.
También para pagar el préstamo de 1,500 millones de euros (1,512 millones de dólares) solicitados para realizar las obras de renovación del Camp Nou. Un préstamo a pagar en 30 años, apoyándose en los ingresos generados por la explotación del nuevo estadio.
Con la venta de activos, el Barça sigue una tendencia: en España, 17 clubes de la Liga han llegado a un acuerdo con el fondo de inversión CVC y el Real Madrid vendió el 20% de los ingresos de explotación de su estadio renovado a Sixth Street a cambio de 360 millones de euros (363 millones de dólares).
Además, el FC Barcelona sigue siendo uno de los clubes que generan más ingresos en el mundo (582 millones de euros -587 millones de dólares- según la consultora Deloitte en enero de 2022). El futuro determinará la viabilidad de su apuesta.