Las cosas siempre pueden ir a peor es el lema del Chelsea. Joao Félix, expulsado en su debut, Graham Potter en el alambre y tercera derrota seguida para los Blues, que demostraron ante el Fulham, que ganó por 2-1, que su situación actual es más que crítica.
Ni siquiera Félix, que animó al Chelsea durante 58 minutos, pudo evitar contagiarse de la maldición de un equipo que vio cómo el portugués era expulsado a 30 minutos para el final por una entrada pasada de revoluciones, típica de no estar acostumbrado aún a esta liga.
Los Cottagers, con un gol de Willian, cumpliendo la maldición del ex, y otro de Carlos Vinícius, aprovechando una mala salida de Kepa, certificaron la victoria en el derbi del oeste de Londres y dejan a Potter más fuera que dentro de este equipo.
Y eso que el partido lo marcó el ritmo de Joao Félix, a un nivel muy bueno desde el principio. Sin las cadenas del Atlético de Madrid, el luso, recién aterrizado en Londres, dio otro aire al ataque de los Blues y ya en su primer balón le tiró un caño a Ream para que Havertz primero y Hall después fallaran sendos tiros cantados.
El Chelsea, que no paraba de generar ocasiones de gol, parecía haber recuperado la frescura de antaño y solo necesitaba de un ‘nueve’ que convirtiera sus oportunidades. Graham Potter se relamía en el banquillo pensando en la primera victoria tras tres partidos, pero volvieron las dudas en defensa y el Fulham, pese a no tener a su goleador Mitrovic, golpeó.
Primero avisó Reid, con un disparo al larguero en el que hizo la estatua Kepa, y luego con el gol de William. Estuvo blanda la defensa del Chelsea, que dejó la pelota en los pies de Willian dentro del área. El ex del Chelsea recortó frente a Azpilicueta y sacó un disparo raso que rebotó en Chalobah y se envenenó cambiando la trayectoria al portero español. Willian no lo celebró, respetando su pasado en Stamford Bridge.
El gol solo aumentó la incertidumbre de un Chelsea que siguió jugando bien y confiando en Félix, quien llegó a probar varias veces a Leno, todas sin acierto.
En momentos así, el Chelsea tuvo que recurrir a una vieja arma, el balón parado. Nada más salir del descanso, Mount engañó a Leno con una falta lateral que estrelló en el palo. El rebote quedó muerto en el área y Koulibaly lo empujó, sacando el tiro, desde dentro de la portería Leno. Tuvo que ser el reloj del árbitro el que confirmase que la pelota había entrado.
Visos de remontada, volvía a sonreír Potter, pero este Chelsea está maldito. En cuestión de minutos, se rompió Zakaria, un contratiempo más para la enfermería de los Blues, pero lo peor estaba por llegar. En un balón dividido, Félix fue contra Tete con una pierna arriba, una entrada muy fuerte, aunque no impactó de lleno en el jugador del Fulham.
Los blanquinegros se comieron al silbante y entre los gritos de la grada de «fuera, fuera«, apareció la tarjeta roja. En su debut, Félix se iba con media hora por delante y dejando al Chelsea con uno menos.
En ese contexto, Havertz erró un mano a mano y Kepa falló en el 2-1. El español dudó en salir por un centro de Andreas Pereira y Carlos Vinícius no perdonó con un cabezazo en el segundo palo, tanto que propinó su tercera derrota consecutiva del Chelsea y su cuarto partido seguido sin ganar y un solo triunfo en los últimos ocho encuentros.