COLUMBIA, Carolina del Sur, EE.UU. (AP) — El cerebro de Phillip Adams, el exjugador de la NFL que mató a tiros a cinco personas esta semana, será sometido a análisis para determinar si presentaba un padecimiento degenerativo que ha afectado a varios deportistas profesionales, de acuerdo con un reporte noticioso surgido el viernes.
Ese desorden cerebral causa cambios violentos de humor y otras alteraciones cognitivas.
Sabrina Gast, forense del condado de York, dijo el viernes a McClatchy Newspapers que ha recibido la aprobación de la familia de Adams para realizar el procedimiento, como parte de la autopsia, que se llevará a cabo en la Universidad Médica de Carolina del Sur.
El hospital estará trabajando con la Universidad de Boston, cuyo centro de encefalopatía crónica traumática realiza investigaciones sobre los efectos a largo plazo de los traumatismos cerebrales repetitivos en deportistas y personal militar, de acuerdo con su sitio Web.
Gast no respondió de inmediato a las llamadas y correos de The Associated Press que solicitaban sus declaraciones. Tampoco contestó un mensaje dejado personalmente en su oficina.
De acuerdo con la policía, Adams acudió el miércoles a la casa del reconocido médico Robert Lesslie y abrió fuego contra él, su esposa y dos de sus nietos, Adah de 9 años y Noah de 5.
Asimismo, el exjugador de la NFL mató a James Lewis, de 38 años, quien trabajaba en la reparación del sistema de aire acondicionado de la vivienda. Robert Shook, también de 38 años y colega de Lewis, fue trasladado por aire a un hospital de la ciudad de Charlotte, donde se encontraba en estado crítico, “luchando duro por su vida”, dijo su prima Heather Smith Thompson.
Kevin Tolson alguacil del condado de York, ha dicho que los investigadores no determinan todavía el motivo por el que Adams perpetró el ataque.
Tolson dijo que algunas evidencias dejadas en el lugar de la agresión llevaron a que las autoridades consideraran sospechoso a Adams. Añadió que los agentes acudieron a la casa de los padres de Adams, a quienes desalojaron.
Luego, trataron de persuadir a Adams para que saliera de la vivienda. Eventualmente lo encontraron muerto en una alcoba, con un disparo en la cabeza.
Pasarían meses antes de que estén disponibles los resultados de las pruebas de encefalopatía crónica traumática (CTE), un padecimiento que sólo puede diagnosticarse mediante la autopsia. El desorden se ha encontrado en exintegrantes de las fuerzas castrenses, jugadores de fútbol americano, boxeadores y otras personas que se han sometido a golpes recurrentes en la cabeza.
Un estudio reciente encontró indicios de la enfermedad en 110 de 111 jugadores de la NFL cuyos cerebros fueron inspeccionados.
Hace varios años, la NFL pagó 1.000 millones de dólares a jugadores retirados, quienes se decían engañados, al haber militado en la liga sin conocer los riesgos del fútbol americano.
Adams, de 32 años, jugó en 78 partidos de la NFL a lo largo de cinco temporadas con seis equipos distintos. Se unió a los 49ers de San Francisco en 2010, tras ser seleccionado en la séptima ronda del draft, procedente de South Carolina State.
Aunque rara vez fue titular, jugó también en Nueva Inglaterra, Seattle, Oakland y los Jets de Nueva York, antes de finalizar su carrera en 2015 con los Falcons de Atlanta.
Como novato, sufrió una lesión grave de tobillo y nunca volvió a vestir el uniforme de los 49ers.
Más tarde, con los Raiders, presentó dos conmociones cerebrales durante tres partidos en 2012.