CLEVELAND (AP) — Antes de esta campaña, los Cavaliers aseguraban que habían mejorado, e idearon un lema: “Que lo sepan todos”.
Pero muchos dudaban de ello. Entre esos escépticos estaban prácticamente todas las personas que habían atestiguado las penurias de Cleveland en las tres temporadas anteriores.
No tenía mucho sentido.
Después de todo, los Cavs habían dejado de figurar en la elite y habían caído de nuevo en la irrelevancia cuando LeBron James se marchó por segunda vez como agente libre tras la temporada de 2018.
Y con sólo 60 victorias totales desde entonces, los Cavs no entusiasmaban a nadie de cara a la campaña de 2021-22.
Ahora, Cleveland pelea de nuevo por cosas importantes.
Gracias a un núcleo joven encabezado por el base estelar Darius Garland y el novato sensación Evan Mobley, los Cavaliers están entre los primeros de la Conferencia Este. Ayudó también la adquisición del pívot estelar Jarrett Allen y el resurgimiento de Kevin Love como reservista.
Incluso Draymond Green, el viejo rival de los Cavs, está impresionado.
“El equipo más sorpresivo para mí es Cleveland, sin duda”, dijo el extrovertido alero de Golden State, durante el fin de semana del Juego de Estrellas, cuando toda la liga pudo echar un vistazo al talentoso núcleo de los Cavs. “No pienso que nadie esperara que ellos anduvieran así de bien. Y lo están logrando juntos.
“Desde luego, han encontrado a un astro joven en Darius Garland, quien lidera el equipo, y a Evan Mobley. Tienen un gran grupo de jóvenes… Van a ser buenos en los años por venir”.
Sí, parece que estos Cavs pueden ser durables. Son jóvenes, tienen hambre de triunfo y están decididos a labrar su propio camino. Y ciertamente, están alcanzando sus metas antes de lo previsto.
Cleveland llegó a la pausa por el Juego de Estrellas con una foja de 35-23, en el cuarto sitio del Este. Sin embargo, el registro no refleja plenamente lo que ha sido un trayecto desafiante para recuperar el respeto.
Como cualquier equipo de la NBA, los Cavaliers han lidiado con bastantes casos de COVID-19, lesiones, tramos complicados en el calendario y el desgaste típico de la campaña.
Sin embargo, estos Cavs han perseverado pese a las lesiones de rodilla que acabaron con las campañas del líder anotador Colin Sexton y del base veterano Ricky Rubio.
Esas bajas amenazaron con descarrilar a este joven equipo.
En vez de ello, la adversidad ha fortalecido a los Cavs. En el corazón de su renacimiento está su fuerza y su unidad, valores muchas veces predicados y pocas veces entendidos.
Los jugadores están conectados, al ataque, a la defensiva y en los vestuarios.
“No he estado en un grupo en el que nadie quiera decepcionar a nadie”, dijo el entrenador J.B. Bickerstaff la semana pasada, luego de un triunfo con remontada. “No he estado en un grupo en el que todos y cada uno celebran lo que hace el otro. Así que es algo muy especial. Y tenemos que asegurarnos de que continúe. Hay que ayudarnos a crecer”.