El brasileño Casemiro sigue ejercitándose con total normalidad con el resto de sus compañeros del Real Madrid, ajeno al interés del Manchester United y centrado en la visita al Celta de Vigo del sábado, para la que vuelve a ser seria duda su compatriota Rodrygo, que regresó al trabajo en solitario por sus molestias musculares.
Después de haber regresado a la dinámica de grupo el miércoles, como Dani Carvajal que ya está en perfectas condiciones para estrenarse en Liga en Vigo, Rodrygo volvió a completar una sesión específica de recuperación en solitario por las molestias que arrastra en el muslo derecho.
El delantero brasileño, que tuvo minutos en la segunda parte de la Supercopa de Europa en Helsinki pero no viajó por una sobrecarga a Almería, pasará una prueba definitiva el viernes para decidir junto a Carlo Ancelotti y el cuerpo médico, si entra en la convocatoria o debe esperar una semana más.
Mientras su situación es el centro de la actualidad madridista, Casemiro sigue entrenando con el Real Madrid e intentando aislarse mientras el Manchester United presenta la oferta por el centrocampista brasileño.
Tras ser suplente por rotación en el estreno liguero, el brasileño tiene la mente en la cita de Balaídos y, según informan a Efe desde el club blanco, completó una sesión perfecta, ejercitándose con máxima intensidad y sin acusar la situación que se ha desatado en torno a su figura.
El entrenamiento que completó la plantilla madridista fue con balón, con ejercicios de posesión y presión, antes de una parte táctica en la que Ancelotti incidió en conceptos de cara al duelo ante el Celta, series de centros y remates a puerta más un partido final en un campo de dimensiones reducidas.
Junto a la ausencia de Rodrygo, que pese a entrenarse de nuevo fuera del grupo se dejó ver realizando trabajo sobre el césped, estuvo la de Álvaro Odriozola que está cerrando su salida del club antes del cierre de mercado.