ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP) — Saul “Canelo” Alvarez sube a un ring por tercera en menos de cinco meses con un ambiente festivo del “Cinco de Mayo” como telón de fondo luego que la pandemia del coronavirus obligó a la cancelación de esta misma pelea hace un año.
La estrella mexicana asegura estar compensando el tiempo perdido mientras se prepara para enfrentar al británico Billy Joe Saunders en un combate de unificación de títulos el sábado en el hogar de los Cowboys de Dallas. Se suponía que esta pelea se llevaría a cabo en mayo de 2020 en Las Vegas.
Álvarez (55-1-2, 37 nocauts) regresó de una pausa por el COVID-19 ganando dominantemente por decisión a Callum Smith en San Antonio en diciembre en una pelea en que estaban en juego los campeonatos mundiales supermediano de la AMB y la CMB. Álvarez defendió luego sus títulos al noquear en el tercer asalto a Avni Yildirim en la casa de los Dolphins de Miami en febrero.
Ahora que las autoridades en Texas han levantado las restricciones relacionadas con la pandemia, los organizadores esperan a cerca de 70.000 aficionados en las tribunas, cifra que superaría el récord de 63.352 personas para una pelea de box en un recinto bajo techo, impuesto en 1978 en el Superdome de Nueva Orleans cuando Muhammad Ali derrotó a Leon Spinks.
La pelea se enfila a recibir a la mayor cantidad de público para un evento deportivo en Estados Unidos en la pandemia, si bien esa marca podría durar apenas unas tres semanas. Se espera que las 500 millas de Indianápolis, a correrse el 30 de mayo, reciba aproximadamente a 135.000 aficionados, o 40% de la capacidad del circuito.
Pese a llegar invicto con un récord de 30-0 y 14 nocauts y luego de ganar por decisión unánime a Martin Murray, Saunders, campeón de la OMB, sabe que no será el favorito ante un público hostil en la pelea más importante de su carrera.