(AP) — Saúl Álvarez aseguró que estaba decidido a pelear en casa este año. El gran sacrificio financiero necesario para hacerlo posible no le preocupó al Canelo.
“A veces no se trata del dinero”, admitió Álvarez el jueves. “A veces es por el orgullo y este es el momento. No tengo que decir cuánto voy a perder, por que no me importa. Me siento bien de pelear en casa y me siento orgulloso”.
Cuando Álvarez se pare en el cuadrilátero en Guadalajara, México el 6 de mayo, ganará cerca de la mitad de lo que se hubiera llevado si la pelea se realizara en Las Vegas, indicó el jueves el promotor Eddie Hearn a The Associated Press desde San Diego.
El Canelo impacientemente aceptó menores ganancias —posiblemente por encima de los 10 millones de dólares— para enfrentar al británico John Ryder por los cuatro títulos mundiales de peso medio frente a más de 50.000 personas en el Estadio Akron.
“Es increíble, por que me afectó a mí”, bromeó Hearn. “Realmente creo que es grandioso. Saúl tiene mucho dinero, entonces es un factor, aún así es inusual. No he visto muchos boxeadores que se llevarían menos por pelear en casa”.
Aunque Álvarez (58-2-2, 39 KO) y el entrenador Eddy Reynoso estaban determinados a pelear en Guadalajara, Hearn recibió ofertas de Las Vegas, Londres e incluso Medio Oriente para el próximo combate del que es posiblemente el boxeador más rentable de la última década.
Hearn no puede dar detalles del pago a Álvarez, pero se reportó que el Canelo tuvo una bolsa garantizada de 45 millones por su trilogía con Gennady Golovkin el año pasado —y siendo la bolsa de ganancias mucho mayor, posiblemente hasta 100 millones.
El Canelo además se llevó una bolsa garantizada de 15 millones por enfrentar a Dmitry Bivol en mayo pasado.
Álvarez, de 32 años, comenzó su carrera profesional en Guadalajara a los 15 años, pero no ha peleado en México desde noviembre del 2011 cuando se disparó su carrera y dejó de ser financieramente viable.
Pero Álvarez y Hearn han estado trabajando para llevar la pelea a México desde que el promotor británico comenzó a trabajar con la superestrella mexicana hace seis combates.
“Estamos locos”, reconoció el Canelo. “La vibra es distinta. Es increíble. Sientes la energía. Todo se mueve cuando grita la gente, es lo mejor”.
La decisión llega con presión: los aficionados esperan algo espectacular ante un rival que creen no está a su nivel.
Pero Ryder (32-5, 18 KO) no es ningún rival fácil. El nativo de Londres ha ganado cuatro combates seguidos para ganarse su lugar, incluyendo la victoria ante el excampeón Danny Jacobs.
“Me lo he ganado y creo que es divertido”, admitió Ryder.