Saúl «Canelo» Álvarez y Caleb Plant vivieron una candente ceremonia de pesaje en la que intercambiaron ofensas en los pocos segundos que estuvieron frente a frente, aunque esta vez sin la cercanía que los llevó a soltar algunos puñetazos en el primer careo que tuvieron en septiembre.
Ambos boxeadores intercambiaron metralla ante la mirada atenta de Mike Tyson, quien permaneció justo en medio de ellos junto al presentador; se hizo lo posible para evitar algún contacto entre ambos, aunque eso no impidió que se dijeran de todo.
El estadounidense se olvidó de enfocarse en el doping que sufrió el mexicano en 2018 y optó por ofender a su madre, algo que detonó la gresca en su primer cruce.
«Todavía me la mentó pero se la voy a cobrar al cabrón, fueron como 10 veces… Que chingue su madre también«, comentó Canelo a TV Azteca al finalizar la ceremonia.
Canelo, quien apareció con una impresionante pijama en dorado de la marca Dolce & Gabbana, registró 168 libras, el límite de lo pactado, con un físico impresionante. Su presencia fue aplaudida de forma estruendosa por la gran parcialidad que se citó en el MGM Grand.
Caleb Plant, quien fue recibido entre abucheos, subió a la báscula para registrar 167 libras, una por debajo del límite, e irónico señaló que estaba listo para el encuentro y que no había nervios.
«Cuando te dicen tantas cosas así, es el nervio, normal, pero ya mañana se verá. Para mí es una motivación, mañana a salir con ella», abundó el tapatío.