MILWAUKEE (AP) — Los Bucks de Milwaukee despidieron al entrenador Adrian Griffin tras apenas 43 partidos y pese a tener una de las mejores marcas en la NBA al promediar la temporada.
Milwaukee tiene foja de 30-13, empatados con los Timberwolves de Minnesota por la segunda marca de la liga. Los Bucks se encuentran tres partidos y medio detrás de los Celtics de Boston en la Conferencia Este.
Pero el bajón del rendimiento defensivo de Milwaukee ha despertado dudas sobre si los Bucks tienen la suficiente calidad para aspirar al campeonato, incluso después de haber adquirido al estelar escolta Damian Lillard previo a la temporada para acompañar a Giannis Antetokounmpo, dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso de la liga. Los Bucks figuran en el 22do peldaño del ranking defensivo de la NBA, desplomándose tras quedar cuartos la pasada campaña.
Griffin asumió como entrenador por primera vez en su carrera a mediados de 2023 luego que los Bucks despidieron a Mike Budenholzer, quien en 2021 llevó a los Bucks a su primer título en medio siglo. El cambio de entrenador se precipitó luego que los Bucks, como máximo cabezas de serie, fueron eliminados 4-1 por el Heat de Miami en la primera ronda de los playoffs la pasada temporada.
Griffin, de 49 años, tenía una trayectoria de 16 campañas como asistente en la NBA, las últimas cinco con los Raptors de Toronto. Militó como jugador de la NBA durante nueve años.
Al tomar las riendas de un equipo con Antetokounmpo y Lillard, integrantes del equipo de la NBA por su 75to aniversario, puso a Griffin en la mira al emprender su carrera como entrenador. Una advertencia agorera sobre el ciclo de Griffin se dio antes del inicio de la temporada con la abrupta salida del coach asistente Terry Stotts.
Stotts tenía una trayectoria de 1.000 juegos como entrenador, algo que debía beneficiar a Griffin al dar su primeros pasos. Stotts calificó el nombramiento como “pan comido” pero abandonó el equipo cuando faltaba menos de una temporada previo al arranque de la temporada.