En una temporada de 18 partidos, no existe un mal momento para comenzar a marcar distancia rumbo a los playoffs. Y más en una Conferencia Americna que tiene a 11 equipos con balance positivo luego de nueve semanas.
Por lo mismo, la visita de los Browns (5-4) a Nueva Inglaterra (5-4) cobra una enorme importancia. Después de todo, son dos de nueve equipos en la AFC con cinco victorias. El resultado del domingo muy posiblemente repercuta en enero, cuando se definan los lugares rumbo a la postemporada.
Los Patriots se ubican sorpresivamente a medio juego de la cima del Este de la AFC, apenas cuatro semanas después de navegar con registro de 2-4 y en un mar de incertidumbres. Tres victorias consecutivas después, el proyecto de Bill Belichick comienza a tomar forma y a dar frutos.
“Un juego a la vez. Creo que si le preguntas a cualquiera en este equipo, así es como hemos tomado las cosas”, dijo el linebacker Matt Judon. “Tenemos que seguir sumando triunfos y no adelantarnos en lo que viene”.
La fórmula del éxito no es ningún secreto. Una defensiva que actualmente es cuarta de la NFL en puntos permitidos y robos de balón, y un ataque balanceado, consistente y eficaz en los momentos de mayor apremio: quinto en efectividad de tercer down y cuarto en la zona roja.
En tanto, Cleveland, viene de quizá su mejor partido de una irregular campaña, un triunfo de 41-16 sobre Cincinnati tras no superar los 17 puntos en ofensiva en cuatro de sus cinco compromisos previos. La victoria ante los Bengals, además, se presentó apenas días después de dar de baja al estelar wide receiver Odell Beckham.
Sin distracciones de por medio, los Browns alcanzaron su potencial y aspiran a su tercera victoria en sus últimos cuatro partidos. Probablemente deban buscarla sin el estelar running back Nick Chubb, tercero en la NFL con 721 yardas por tierra, y quien se encuentra en duda tras arrojar positivo a COVID-19 durante la semana. Al estar vacunado, Chubb requiere dos muestras negativas antes del encuentro.
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