ENGLEWOOD, Colorado EEUU (AP) — Teddy Bridgewater salió cojeando levemente del entrenamiento del martes. Tambaleante, subió al podio, sintiendo todavía los efectos de la paliza que sufrió 48 horas antes.
“¡Oh! Semana corta. Casi cae”, dijo Bridgewater, quien fue golpeado 17 veces el domingo por la defensiva de los Raiders de Las Vegas.
Lo que realmente le dolió más a Bridgewater, sin embrago, fue cuando el guard Graham Glasgow le pisó el pie izquierdo mientas lanzaba un pase de anotación a Noah Fant que puso más decoroso el marcador en la derrota de Denver por 34-24.
Los Broncos (3-3) esperan que Bridgewater pueda jugar de inicio el jueves por la noche en Cleveland, donde los Browns (3-3) están lidiando también con una serie de lesiones que ponen en riesgo su temporada.
Vic Fangio, el entrenador de los Broncos, dijo el martes que la práctica fue muy ligera, por lo que el miércoles tendrá un mejor indicador sobre la movilidad de Bridgewater.
“Entiendo que estará listo para jugar”, dijo el coordinador ofensivo del equipo Pat Shurmur.
Cuando le preguntaron si tenía dudas sobre si será titular, Bridgewater no dio una respuesta directa.
“Honestamente, sólo estamos trabajando de forma agresiva y estoy concentrado en el plan de juego, con la mente puesta en salir a jugar y competir para ganar el partido”, expuso.
El linebacker Von Miller garantizó que Denver se sacudirá de la mala racha de tres derrotas, aunque su declaración no fue tan contundente como en 2018, cuando prometió que los Broncos le patearían el trasero a los Cardinals de Arizona.
“No quiero poner más presión en este momento, quiero poner esa presión en mí — y voy a tener un gran partido”, dijo Miller. “Voy a salir y voy a jugar bien, voy a conseguir un par de capturas y si lo hago, entonces vamos a ganar.
“Si te das cuenta, en los primeros dos partidos tuve dos capturas y ganamos. En los últimos tres no hice gran cosa”, dijo Miller. “Así que la presión este en mí y voy a jugar bien”.