Después de casi un año presa en Rusia, acusada de tráfico de drogas, la basquetbolista Brittney Griner retoma su vida y lo hace inmersa en lo que más le gusta, que es precisamente jugar al baloncesto.
La estadounidense, hace unos meses liberada, pues luego de un acuerdo diplomático, se dio que pudiera salir de prisión y regresar a su país, volverá a intentarlo en la Liga de su país, con miras a retomar el nivel que la puso entre las mejores del circuito
Y es que Griner volverá a jugar en la WNBA y lo hará con su equipo, las Phoenix Mercury, con las que llegó a un acuerdo por una temporada para empezar.
Brittney, de 32 años y 2.06 metros de altura, cobrará 165 mil 100 dólares en este curso para volver a competir con la franquicia en la que ya había militado de 2013 a 2021, y con la que ganó el título en 2014, además de ser elegida en ocho ocasiones para el All-Star.
Detenida en febrero de 2022 en un aeropuerto ruso, fue condenada en agosto a nueve años de cárcel por posesión y contrabando de drogas tras ser arrestada por llevar cartuchos con aceite de mariguana para vapear.
Pero las autoridades de su país anunciaron en diciembre un acuerdo con su contraparte rusa para liberarla a cambio del traficante de armas Víktor Bout.
“¡Se siente tan bien estar en casa! Los últimos diez meses han sido una batalla constante”, dijo Griner en un comunicado divulgado a su regreso a Estados Unidos.
La jugadora de baloncesto aseguró entonces que su idea era volver a las duelas con Phoenix: “también quiero dejar una cosa muy clara: tengo la intención de jugar al baloncesto esta temporada y, haciendo eso, tengo muchas ganas de poder decir ‘gracias’ en persona y pronto a aquellos que me defendieron, escribieron o publicaron por mí”.
La última campaña de Brittney con las Mercury significó disputar el título, aunque cayeron ante las Chicago Sky.