(EFE).- El mexicano Brandon Moreno, campeón interino de peso mosca de la UFC, afirmó este miércoles que su pelea del sábado con el actual propietario del cinturón, el brasileño Deiveson Figueiredo, la cuarta entre ambos por el título, es la definitiva ya que el derrotado tendrá que irse a casa.
«Creo que todo está en juego. Quien pierda se va para la casa y es difícil prever su futuro (en los octágonos). Lo digo por el hecho de que será muy difícil que la UFC programe una quinta pelea entre ambos por un título», afirmó Moreno en una rueda de prensa en Río de Janeiro, la ciudad brasileña en la que retará al campeón.
Tras un empate en el primer duelo entre ambos por el título de la categoría mosca (hasta 56,7 kilos) de Artes Marciales Mixtas (MMA), Moreno venció el segundo en junio de 2021 y se convirtió en el primer mexicano en obtener un cinturón de la UFC, pero Figueiredo le arrebató la corona en enero del año pasado en el tercer duelo.
El mexicano se impuso en julio pasado al neozelandés Kai Kara-France y la UFC le otorgó el cinturón interino de la categoría ya que el brasileño se había negado hasta ahora a defender su corona.
Por eso la pelea prevista para entre la noche del sábado y la madrugada del domingo en el gimnasio Jeunesse Arena de Río de Janeiro será definitiva y permitirá al vencedor unificar los títulos.
«No me veo siendo menos que campeón. No consigo visualizar nada más. Yo me veo caminando hacia adelante, defendiendo mi cinturón y llenándolo de piedritas rojas. Yo vengo a eso. Vengo a ganar», afirmó «The Assassin Baby» al manifestar su confianza.
El primer campeón mexicano de la UFC afirmó que, por ser consciente de que se trata del duelo definitivo, no tiene una expectativa diferente a la victoria.
«No tengo otro pensamiento en la cabeza. No tengo ningún otro panorama. No tengo un ‘plan b’. Tengo un plan a y, si no se cumple, se acaba todo», afirmó el mexicano, quien minimizó las desventajas de tener que pelear por el título en otro país, precisamente ante el público de su rival y tras haber tenido que cambiar de entrenador.
El tijuanense afirmó que siempre ha sido bien recibido por los brasileños y que, pese a una posible animadversión inicial en la pelea, espera ir ganándose al público a lo largo de la lucha.
«Estuve en noviembre pasado en Brasil y el trato de los brasileños fue bueno. El intercambio fue increíble. Tal vez al comienzo y cuando me dirija al octágono el público pueda ser agresivo, pero con el paso de los asaltos verán mi corazón y mi trabajo, y verán que se trata tan solo de un pequeño mexicano intentando poner comida en la mesa de sus hijos», afirmó.
Dijo igualmente que la pelea ha generado una gran expectativa en México y sabe que muchos mexicanos acudirán a la velada en Río.
«Este sábado va a ser una locura. Sé que hay gente viene a echarme porras. Sé que no vamos a ser mayoría en el público pero, sin duda, sé que voy a sentir el calor de esa vibra mexicana, de esa vibra latinoamericana», afirmó.
Agregó que fue sorprendido por la estrategia del brasileño en el último duelo entre ambos y que sabe que la pelea del sábado las definirán los pequeños detalles.
«Por eso me estoy concentrando en la parte técnica, para ver qué puedo cambiar. La rivalidad entre ambos es muy importante. Estoy muy agradecido de compartir el octágono con Daiveson y de que estemos haciendo historia juntos», dijo.
(c) Agencia EFE