La única vez que Josh Allen y Joe Burrow se toparon en un terreno de juego, la imagen de Damar Hamlin luchando por su vida tras colapsar sobre el césped de Cincinnati convirtió el partido en un espejismo trágico.
Tres semanas después, habrá finalmente un nuevo enfrentamiento entre los Bills de Buffalo y los Bengals de Cincinnati. Y será por la supervivencia.
Hamlin — quien desde entonces se recupera satisfactoriamente e incluso ha visitado las instalaciones del equipo — se ha convertido en la bandera de unos Bills que llegan al partido del domingo como el equipo más equilibrado de la NFL.
El paro cardíaco sufrido por el joven safety de los Bills, también se ha convertido en una fuente de inspiración para los Bengals, aunque sea de manera indirecta. La cancelación del encuentro llevó a la liga a tomar varias medidas, incluida la de designar una sede neutral para un hipotético duelo entre Kansas City y Buffalo en la Final de Conferencia.
Los boletos salieron el miércoles a la venta en lo que el running back de Cincinnati Joe Mixon calificó como “una falta de respeto” para los campeones defensores de la Conferencia Americana.
Burrow, Mixon y el resto de los Bengals buscarán ganarse ese respeto en el campo de los Bills, un escenario que a lo largo de la historia se ha convertido en una de las fortalezas más sólidas de la NFL como lo muestra su registro en casa de 13-1 en la postemporada desde 1970.
Los Bills llegan al encuentro montados en una racha de ocho victorias y con la segunda mejor ofensiva y defensiva en puntos totales como escudo. Con Allen al mando, Buffalo ha anotado al menos 32 puntos en cada uno de sus últimos cuatro partidos.
Quizás el mejor augurio para los Bills sea el hecho de que han encontrado el camino a la victoria a pesar de que han perdido al menos tres balones en cada uno de sus últimos tres partidos, en los que Allen ha lanzado cinco intercepciones en total.
Pero deben tener cuidado de no darle oportunidades ni posesiones adicionales a unos Bengals que están armados para cualquier tiroteo. Burrow y el explosivo receptor Ja’Marr Chase encabezan la quinta mejor ofensiva aérea de la liga, han comandado a Cincinnati a nueve triunfos seguidos y saben lo que se requiere para ganar en playoffs.
Después de todo Burrow, con apenas 26 años, ya es el quarterback con más triunfos en postemporada en la historia de la franquicia.
Pero Burrow y los Bengals necesitan sacudirse la mala presentación del domingo pasado, en la que acumularon apenas 234 yardas totales y 183 por la vía aérea. La tarea luce particularmente complicada ahora que perdieron a su tercer miembro titular de una línea ofensiva que fue mejorando progresivamente durante toda la campaña para mantener a su quarterback de pie y en una sola pieza.
El domingo no tendrán ese lujo ante una defensiva que acumuló 40 sacks, fue la segunda mejor en zona roja y la cuarta en robos de balón con 27. Sin embargo, Buffalo también acusa lesiones clave. No tiene a su líder en capturas Von Miller desde la semana 11, y su defensiva secundaria carece de variantes ante las ausencias de los safeties Micah Hyde y Hamlin.
Si bien Buffalo no pierde en casa en los playoffs desde 1996, los equipos visitantes han ganado cuatro de los últimos cinco partidos en la ronda divisional de la postemporada, incluyendo los Bengals la campaña anterior.
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DALLAS en SAN FRANCISCO
El aroma de la venganza. La neblina de la nostalgia y los vientos de la historia soplarán sobre el área de la Bahía de San Francisco. No se puede esperar menos de la novena edición de un duelo de playoffs entre Cowboys y 49ers.
Y será un encuentro de paradojas. ¿Qué sucede cuando una fuerza incontenible choca contra un objeto inamovible? La respuesta llegará la noche del domingo.
En los 12 partidos desde que el quarterback Dak Prescott reapareció tras una lesión en el pulgar en la semana 7, los Cowboys han promediado 35,2 puntos por encuentro, han ganado nueve partidos y se han catapultado como uno de los ataques más peligrosos de la liga.
Y tienen hambre de revancha.
La temporada pasada, un equipo de Dallas que acabó con la ofensiva más prolífica de toda la liga vio rotas sus esperanzas de alcanzar su primer Super Bowl en más de un cuarto de siglo cuando los 49ers lo eliminaron en la ronda de comodines por 23-17, en lo que fue el segundo triunfo consecutivo para San Francisco sobre los Cowboys en playoffs.
Ahora, equipados con Prescott, el receptor CeeDee Lamb (107 recepciones, 1.359 yardas y 9 TDs) y la dupla de corredores de Tony Pollard (1.007 yardas, 9 TDs) y Ezekiel Elliot (876 yardas y 12 TDs), los Cowboys buscan cambiar la historia. Y van a necesitar todos los recursos a los que puedan acceder ante la mejor defensiva de la NFL.
San Francisco permitió apenas 16,2 puntos por encuentro y terminó la campaña como segundo en robos de balón (30), primero en intercepciones (20), segundo en yardas por tierra admitidas. Pero los 49ers son mucho más que una muralla. Son un equipo que ha encontrado soluciones en la ofensiva en la fuente más inesperada, el último jugador seleccionado en el pasado draft, el quarterback Brock Purdy.
Los 49ers no han perdido en sus últimos 11 partidos, racha que coincide con la llegada del versátil running back Christian McCaffrey en un canje con Carolina. McCaffrey (11 touchdowns totales) se ha sumado al tight end George Kittle y a los receptores Deebo Samuel y Brandon Aiyuk para aportar a San Francisco una de las ofensivas más dinámicas de la NFL.
Pero todos los ojos se han centrado en Purdy, quien tomó la titularidad en los últimos cinco partidos de campaña tras la lesión de Jimmy Garoppolo y quien no conoce sino el éxito en la liga. El mejor ejemplo fue su presentación en playoffs la semana anterior, cuando se convirtió en el primer novato con cuatro touchdowns en un encuentro de postemporada.
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Los playoffs inician el sábado. A primera hora, los Jaguars visitan Kansas City. Jacksonville es el primer equipo en la historia en ganar un partido de postemporada un año después de terminar último en su división. En tanto, los Chiefs buscan convertirse en el tercer equipo en la historia en llegar a cinco finales de conferencia de manera consecutiva.
Por la noche, los Giants visitan Filadelfia en lo que será su tercer enfrentamiento de la temporada. Los Eagles ganaron ambos compromisos de campaña regular. La semana pasada Nueva York ganó su primer partido de playoffs desde el Super Bowl de la temporada 2011. La última vez que Filadelfia terminó como el primer lugar de la NFC se coronó en el Super Bowl en la campaña 2017.
Kansas City y Filadelfia finalizaron la campaña regular en la cima de sus respectivas conferencias, y si bien tuvieron como recompensa una semana de descanso, los primeros en la preclasificación tienen marca en playoffs de 7-8 sin un sólo campeonato en las últimas cuatro campañas.