El Barcelona sigue dando tumbos en la Champions League. Por segundo partido consecutivo recibió tres goles y no marcó ninguno, resultado que agudiza la crisis de un equipo que no solo está sufriendo con temas administrativos, sino también en la cancha. Esta vez, Benfica hizo lo que quiso jugando como local y el marcador (3-0) pudo ser más escandaloso.
El resultado deja al Barcelona como el segundo peor equipo del torneo, pues solo el Mälmo de Suecia tiene peores números que los blaugranas y eso para un equipo de su jerarquía lo pone en alerta roja.
Los blaugranas no tienen pies ni cabeza, la era post Messi está siendo muy complicada y el puesto de Ronald Koeman que si bien había tomado un ligero respiro con el triunfo sobre Levante, hoy parece que se le terminó el crédito.
Apenas iban dos minutos en el reloj y el Benfica le puso el primer gol en el marcador al Barcelona. La noche lusitana parecía tener tintes de drama y de catástrofe para los catalanes, pues además del marcador en contra también su historia reciente iba en contra ya que en sus últimos duelos en los que empezó perdiendo nunca se levantó y en este no fue la excepción.
A diferencia del juego contra Bayern donde nunca se acercaron al arco rival, ahora sí hubo llegadas pero Depay y sobre todo De Jong se vieron muy erráticos y las pocas que tuvieron las fallaron a pesar de que solo eran balones para empujar a las redes.
En el segundo tiempo se desfondó el Barcelona. Benfica hizo lo que quiso y como cascada llegaron los dos goles con los que el conjunto portugués le pusieron punto final a una crisis extrema de los culés.
Primero Rafa Silva puso el 2-0 al 69’ y 10 minutos después de penal Darwin Núñez hizo el segundo tanto que mató cualquier aspiración. Al final la desesperación se adueñó de los ibéricos y Eric García se fue expulsado a cuatro minutos de que se terminara el partido.
