No hubo reencuentro entre Messi y Cristiano. Tampoco hubo un trofeo más que fuera levantado por el capitán blaugrana, mucho menos una pincelada de gol. No, en esta ocasión, Barcelona jugó, por primera vez en la última década, sin su astro: Lionel Messi.
El inicio de la era post-Messi quedó marcada en el campo del Estadio Johan Cruyff con el Trofeo Joan Gamper ante la Juventus. Un partido que marca el inicio de la temporada para los dos equipos en sus respectivos países.
Así comenzó el juego, con una ovación a un ausente. La afición se rindió ante Messi que fue invocado en la cancha. Con apenas tres minutos en el reloj, Depay, quien llegó como refuerzo para el ataque, se estrenó tras definir una asistencia de Yusuf Demir.
Si bien Messi no estuvo en el campo tras su despedida del club, otro ausente fue Cristiano Ronaldo, aunque por motivos completamente diferentes. Fue al minuto 14 cuando quiso hacer recordar a los asistentes que también estaba su figura, pero no tuvo fortuna.
Para el 20′, un gol de Demir fue anulado por fuera de lugar de Griezmann en una recepción a pase de Depay. Los últimos minutos fueron intensos para ambos clubes con la búsqueda del gol, pero ninguno logró el cometido.
Ya en el segundo tiempo, Martín Braithwaite logró poner el 2-0 gracias a un testarazo en un tiro de esquina en el que supo aprovechar que no tenía marca para llegar y definir frente al arco.
Los cambios vinieron desde los dos banquillos para darle juego a todos sus elementos y así Koeman y Massimiliano Allegri pudieran observar las herramientas que tendrán en una nueva temporada.
En la recta final del juego, Rique Puig apareció tras entrar de cambio en el tiempo de compensación. Puig anotó el tercero y con ello se culminó el cotejo que da inicio a una nueva vida para la afición culé.
